Miguel Hidalgo y Costilla fue un sacerdote católico criollo, nacido en Pénjamo, Guanajuato, que llamó a los mexicanos a empezar una revolución contra los españoles el 16 de septiembre de 1810, te compartimos aquí una biografía para niños.
El 16 de septiembre de 1810 el padre Hidalgo tocó la campana de su iglesia, en Dolores, para anunciar un levantamiento contra el dominio español. Su improvisado ejército capturó las principales ciudades antes de sufrir una gran derrota en las afueras de Guadalajara. Hidalgo huyó al norte, pero fue arrestado y ejecutado en 1811. El aniversario de su llamamiento se celebra como el Día de la Independencia de México y lo recordamos como el iniciador del movimiento revolucionario que llevaría a la independencia, por lo que se le reconoce como: El Padre de la Patria.
El padre Hidalgo nació en la hacienda de Corralejo, cerca de Guanajuato, Nueva España (México), el 8 de mayo de 1753. Fue el segundo hijo de Cristóbal Hidalgo y Costilla, administrador de la hacienda y de Ana María Gallaga Mandarte y Villaseñor. Como Hidalgo era criollo, es decir, ciudadano de ascendencia española, disfrutó de una infancia acomodada, aunque sufrió una gran pérdida a los 9 años con la muerte de su madre.
A los 12 años, Miguel y su hermano mayor, José Joaquín, fueron enviados a la ciudad de Valladolid para continuar sus estudios en el Colegio de San Nicolás. Después Hidalgo estudió filosofía y teología en la Real y Pontificia Universidad de México, graduándose en 1773.
Una vez que se ordenó sacerdote en 1778, Miguel Hidalgo regresó al Colegio de San Nicolás para enseñar filosofía, gramática latina y teología, y de vez en vez hacía el trabajo de tesorero, secretario y vicerrector.
A pesar de sus votos a la Iglesia, el padre Hidalgo no estaba interesado en ser un sacerdote común y corriente del siglo XVIII. ¡Le gustaba leer las obras de los pensadores de la Ilustración europea!
Fue rector de San Nicolás en 1790 y dejó la escuela en 1792. En 1803 se mudó a Dolores como párroco de dicha comunidad. Y como no era un sacerdote convencional, el padre Hidalgo estudió idiomas, cultivó viñedos y olivares y abrió una fábrica de alfarería. También mostró su caridad con los más pobres al organizar talleres para que aprendieran carpintería y herrería.
Al mismo tiempo, Hidalgo estaba comprometido con intelectuales que estaban muy preocupados por el control político de la Nueva España. Él y sus aliados formularon planes para derrocar al virrey regional y establecer un gobierno leal al Rey Fernando VII que había sido encarcelado por Napoleón.
Cuando la noticia de la rebelión se filtró al gobierno español, Hidalgo se vio obligado a acelerar los planes. Temprano, en la mañana del 16 de septiembre de 1810, tocó la campana de la iglesia y dio su famoso Grito de Dolores para levantar a la gente en armas mientras ondeaba el estandarte de la Virgen de Guadalupe.
Con el capitán del ejército Ignacio Allende como su segundo al mando, Hidalgo dirigió a un grupo de mestizos, nativos americanos y criollos a los pueblos y ciudades vecinas. El ejército improvisado aumentaba a medida que tomaba el control de San Miguel, Celaya y Guanajuato.
No le importó que la Iglesia lo excomulgara; Hidalgo continuó la rebelión a través de Valladolid y Toluca, pero hizo una pausa antes de tomar la Ciudad de México a principios de noviembre, lo que le dio al ejército realista la oportunidad de alcanzar a su ejército en Aculco.
Los insurgentes tuvieron que retirarse a Guadalajara, donde Hidalgo instaló un gobierno provisional y decretó el fin de la esclavitud y la restitución de tierras a los pueblos indígenas. Además, lanzó un periódico revolucionario, El Despertador Americano.
El 11 de enero de 1811, Hidalgo concentró a su ejército a las afueras de Guadalajara para enfrentarse al ejército realista que estaba muy bien entrenado. Los insurgentes fueron derrotados y huyeron, lo que provocó que Allende quitara a Hidalgo de su mando.
Hidalgo, acompañado de unos pocos hombres, se dirigió al norte y fue capturado en Coahuila el 21 de marzo. Declarado culpable de traición, Hidalgo impresionó a los espectadores con su valentía antes de ser fusilado en Chihuahua el 30 de julio de 1811.
La cabeza decapitada de Hidalgo se exhibió en Guanajuato como advertencia a otros insurgentes, pero la lucha continuó y México logró su independencia en 1821.
Desde entonces, el 16 de septiembre se reconoce como el Día de la Independencia de México. El Presidente de la República en turno recrea el Grito de Dolores de Hidalgo una noche antes de la fiesta nacional.
Los restos de Hidalgo descansan en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México y su nombre permanece en su antigua parroquia, ahora Dolores Hidalgo, y en el estado mexicano de Hidalgo.
Aquí hay algunos datos curiosos sobre el sacerdote revolucionario que inició la Independencia de México:
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