Aunque ya hace varias semanas que estamos sintiendo fríos intensos, la verdad es que el invierno aún no ha iniciado, esto sucederá hasta que llegue el Solsticio, que en el hemisferio norte. ¿Alguna vez te has puesto a pensar qué es un Solsticio y por qué es importante? Te contamos qué es el solsticio de invierno (resumen para niños).
Iniciemos por definir la palabra. Solsticio viene del latín solstitium, de sol y de statum, lo que literalmente significa “Sol estático”. Los Solsticios son fenómenos astronómicos que suceden dos veces al año cuando la Tierra, en la elipsis de su órbita, está ya sea en su punto más alejado o en el más cercano al Sol.
Ocurren alrededor del 20 y 21 de junio (el de verano) y entre el 21 y 22 de diciembre (el de invierno). Marcan el inicio del verano y el invierno, aunque las estaciones están invertidas en los hemisferios norte y sur de nuestro planeta debido a la inclinación natural de este. Si estás familiarizado con la astrología también puedes conocer estos fenómenos como Solsticio de Cáncer y Solsticio de Capricornio, respectivamente.
En el Solsticio de Invierno el hemisferio norte recibe la luz solar menos directa, provocando temperaturas más frías. Es como si la parte norte del planeta quedara oculta (haciendo analogía con “la cara oculta de la Luna”), es una forma de decirlo para tener más claro por qué, aunque sí hay luz solar, el calor es casi inexistente. En esta misma época el hemisferio sur recibe la luz solar más directa, lo que provoca temperaturas más cálidas. Es por eso que mientras en el norte es invierno, el cono sur disfruta de un cálido verano y viceversa.
Cuando llega el Solsticio de Verano este efecto se invierte y el hemisferio norte recibe la luz solar más directa y, por lo tanto, temperaturas más cálidas; mientras que el hemisferio sur recibe la luz solar menos directa, evidentemente, con temperaturas más frías.
Durante el Solsticio de Invierno en el hemisferio norte se presenta el día más corto y la noche más larga del año (en el hemisferio sur es al contrario), después los días se alargarán y las noches se acortarán hasta que llega el Solsticio de Verano el junio siguiente.
Si bien no con el nombre de Solsticios, pero muchas culturas antiguas sabían que tanto la trayectoria del Sol en el cielo, la duración de la luz del día, como la ubicación del amanecer y el atardecer cambiaban de manera regular a lo largo del año. Prueba de ello son los imponentes y sorprendentes monumentos como Stonehenge en Inglaterra, el Castillo de Kukulcán en México y el Torreón en Machu Picchu, Perú, que siguen el progreso anual del Sol y predicen sus movimientos.
Para nadie es misterio que el movimiento de los astros ha cautivado al ser humano desde el principio de los tiempos y, al respecto, José Daniel Flores Gutiérrez, astrónomo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó para National Geographic que “el hombre se da cuenta de que el Sol tiene movimientos y eso lo lleva a pensar en su origen y en cómo se producen los fenómenos de la naturaleza”.
La manera en que estamos organizados en lo que a tiempo y clima se refieren está directamente vinculada a la existencia de los Solsticios y los Equinoccios. Los antiguos fundamentaron los ciclos de las estaciones (tiempo de siembra, de cosecha, de dejar descansar a la tierra) con base en la observación de los astros y sus movimientos, particularmente del Sol, de modo que la percepción que hasta nuestros días hay del calendario y de un año solar está basada totalmente en esto.
La respuesta es no. Recordemos que los astros no son estáticos y ni la Tierra ni el Sol son la excepción, de modo que tanto la inclinación de la Tierra como la posición de todo el Sistema Solar tiene variaciones casi imperceptibles, pero variaciones al fin, y aunque no podemos hablar de una fecha determinada, sí hay una constante inequívoca: el Solsticio de Invierno sucede entre los días 20 y 21 de diciembre. La hora es diferente en cada región del planeta debido a los distintos husos horarios que existen.
De acuerdo con Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM:
En México, el Solsticio de Invierno 2023 entra el
jueves 21 de diciembre a las 21:27 horas.
Esta puede ser una fecha excelente para entrar en un proceso de limpia o purificación de tu mente, tu cuerpo y hasta tu hogar. Aquí algunas opciones:
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