Una de las palabras más tradicionales en la crianza de los peques en Corea es Nunchi, que se traduce como “medida del ojo”. Es el secreto mejor guardado en la crianza coreana. 눈치
Nunchi es el arte de “sentir” lo que otras personas piensan y sienten, para encajar y conectarnos adecuadamente. Es la capacidad de intuir lo que piensan los demás con un énfasis en lo colectivo, no en individuos específicos. Para que nuestra mente occidental lo comprenda podríamos comparalo con la inteligencia emocional, aunque no es exactamente eso.
La velocidad es primordial en el Nunchi. Aquellos que tienen un Nunchi rápido analizan continuamente sus suposiciones en función de cualquier palabra, gesto o expresión facial nueva, para siempre estar presentes, conscientes y ser capaces de “ver lo que no se ve”, como la felicidad o el éxito.
En Corea, Nunchi es un superpoder. Algunos incluso llegan a decir que te permite leer la mente, aunque no tiene nada que ver con lo sobrenatural. Un Nunchi rápido y bien perfeccionado puede ayudar a comportarte de una manera o de otra e incluso reducir la ansiedad social.
Es fácil confundir Nunchi con empatía, pero la empatía puede ser un sentimiento desestabilizador. Nunchi en realidad se basa en la observación tranquila; te permite permanecer en terreno firme sin dejar de escuchar a la otra persona.
Para aprovechar el poder de Nunchi todo lo que necesitas son tus ojos y oídos. Y lo más difícil: una mente tranquila.
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En la crianza tradicional coreana los padres advierten a sus hijos tal como lo hacen todos los padres en todo el mundo: “fíjate bien antes de cruzar la calle” o “no le pegues a tu hermano”, sin embargo, no dejan de reforzarlo con el secreto mejor guardado; el Nunchi está a la par en las rutinas de educación familiar.
Los padres enseñan a sus hijos sobre Nunchi a partir de los tres años, siguiendo un popular refrán:
¡¿Por qué no tienes Nunchi ?! es un regaño común. Si un niño ofende accidentalmente a un amigo, familiar o cualquier persona no es pretexto para dejarlo pasar. El hecho de que el daño no haya sido intencional no mejora la situación, de hecho, la empeora.
Esto nos complica un poco el pensamiento. ¿No preferirías que tu hijo fuera “rudo” accidentalmente, en lugar de hacerlo deliberadamente? Pero para los coreanos los niños que eligen ser rudos al menos saben lo que esperan lograr con ello, ya sea vengarse de un hermano o conseguir que uno de sus padres se enfade.
Un niño que no es consciente de las consecuencias que sus acciones o palabras tienen sobre otras personas es un niño sin Nunchi. Y no importa cuán dulces o amables sean, es probable que estén en el extremo perdedor de la vida.
Los padres coreanos inculcan Nunchi enseñando primero a sus hijos esta lección crucial:
Pongamos como ejemplo a una madre y su hijo de cuatro años que han estado esperando en la fila del banco durante mucho tiempo y el niño comienza a impacientarse.
—¡Llevamos mucho tiempo aquí, vámonos, tengo hambre!”, el hijo se queja.
Una madre occidental respondería con: “¡Ay, pobrecito! Lo siento. Toma, tengo unas galletitas en mi bolso”.
Una madre coreana dirá: “Fíjate en todos los demás que esperan en la fila, como tú, ¿aún crees que eres la única persona en esta fila que tiene hambre?
Este tipo de educación está destinada a enseñar a los niños que el mundo no gira en torno a ellos y que las cosas no se les entregan en bandeja de plata.
Otro ejemplo: algunas escuelas en Corea no emplean conserjes. Se espera que los estudiantes se turnen para limpiar, barrer, trapear, sacar la basura e incluso limpiar los baños. Todos se dividen en grupos y se rotan las responsabilidades.
Hay varias lecciones aquí. Por un lado, cuanto más ordenado seas, menos tiempo te llevará limpiar. Otra es inculcar la conciencia de que todo el grupo es como una sola colmena. Los alumnos deben respetar su entorno como un equipo, porque son ellos los responsables de preservarlo.
Necesitas Nunchi
Algunos nacen con Nunchi, algunos logran tener Nunchi y a otros les imponen el Nunchi.
¿Cómo podemos tener Nunchi?
No tienes que ser el más inteligente, el más rico o el más privilegiado para encontrar el éxito y la felicidad en la vida; solo necesitas tener Nunchi rápido: si puedes observar con paciencia, entonces tus preguntas (qué hacer, cómo actuar, cómo responder) serán respondidas sin que tengas que decir una palabra.
¿Qué te parece esta filosofía coreana? Intenta aplicarla en tu vida para que, de a poco, puedas compartir este superpoder con tu peque.
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