¿Dónde sucedió el primer vuelo de gran altura en el mundo? ¿Ubicas cuándo ocurrió el primer ataque aéreo de la historia? ¿Sabes cómo fue la participación de México en la Segunda Guerra Mundial? ¿Tenías idea de que existe un Día de la Aviación?
Hayamos tenido la fortuna de haber viajado en un avión o no, todos nos maravillamos con esas naves enormes que surcan los aires. El desarrollo de esta importante actividad en la historia moderna de la humanidad ha estado lleno de sorpresas.
Una de ellas, la más grata para México, es el papel que los pilotos y la aeronáutica mexicana ocupan en el mundo, lo que nos reafirma la existencia de un Día Nacional de la Aviación.
En medio de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de homenajear a los precursores de la Aeronáutica en México, el entonces presidente de la nación Manuel Ávila Camacho decretó que cada 23 de octubre se celebrara el Día Nacional de la Aviación. Lo anterior sucedió poco después de que en diciembre de 1943 hubiera creado la Fuerza Aérea Naval Mexicana para defender al país ante un posible ataque de las llamadas fuerzas del Eje (Alemania, Japón e Italia).
Desde que el hombre apareció en este mundo estuvo fascinado por algo que anatómica y físicamente está incapacitado para hacer: volar. A lo largo de la historia múltiples fueron los intentos por conquistar el aire, por ejemplo, ¿recuerdas a Ícaro o la máquina voladora de Leonardo da Vinci? Plagada de una sucesión de intentos, la historia de la aviación se fue enriqueciendo de nuevos descubrimientos y aportaciones hasta que, en 1903, los célebres hermanos Wright lograron, por fin, realizar el primer vuelo exitoso.
A partir de entonces, el furor por los aviones se fue apoderando del mundo y México no podía ser la excepción. El ocho de enero de 1910, Alberto Braniff Ricard realizó el primer vuelo en aires mexicanos, en la capital del país, en un terreno que pertenecía a su familia; muy cercano a donde actualmente se encuentra el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Braniff estudió en Europa y con sus recursos compró la aeronave que viajó en partes desde el viejo continente y fue ensamblada en México por él y su equipo. Con este logro se inició lo que podemos llamar la historia de la Aviación Mexicana.
Hay que enfatizar que ese vuelo de 1910, además de haber sido el primero en México y en Latinoamérica, también fue el primero a nivel mundial en haberse hecho a una altura de 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar.
Tras esta hazaña, el aeroplano se convirtió en el foco de atención de la época. Muchos querían vivir la fantasía de volar, incluso hubo un importante desarrollo de tecnología aérea cien por ciento mexicana.
Juan Guillermo Villasana López, mecánico mexicano que formó parte del equipo de Braniff Ricard, fue uno de los principales impulsores de la proyección, cálculo y diseño de aeroplanos, hélices y helicópteros en México; la primera nave completamente mexicana en levantar el vuelo a mediados de 1910 fue una creación suya.
El auge de esta nueva y moderna tecnología no habría podido detenerse, el mismo gobierno al darse cuenta de los alcances de la aviación comenzó a participar en ella y en 1912 envió a cinco jóvenes becados a estudiar la carrera de Piloto Aviador a los Estados Unidos, y también encargó a Villasana López la construcción de cinco aeronaves para ser usadas por el Ejército Mexicano.
Durante la Revolución Mexicana, la aviación tuvo una incipiente participación, destacándose en 1914 el primer bombardeo aéreo en el mundo, que tuvo lugar en una singular zona: Topolabampo, Sinaloa.
Al año siguiente y tras comprender y constatar los alcances que la aviación podía ofrecer, Venustiano Carranza decretó la Armada de aviación, precursora de la Fuerza Aérea Mexicana.
También en 1915 se inauguraron los Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas, para fabricar hélices, motores y aviones, teniendo el máximo orgullo de emplear exclusivamente tecnología mexicana. Ese mismo año nació la Escuela Nacional de Aviación, actual Escuela Militar de Aviación.
La primera persona en haberse graduado de la Escuela Nacional fue el Teniente Piloto Aviador Horacio Ruiz Gaviño, también el primer acróbata aéreo en América Latina y el primer récord de altura. En 1918 se produjo el primer hidroplano mexicano y también se registró el primer vuelo nocturno, por cierto, en un avión de fabricación completamente mexicana; a finales de ese año ocurrió el primer fallecimiento de un piloto mexicano durante el cumplimiento de su deber. Diez años más tarde, en 1928 el Teniente Coronel Piloto Aviador Alfredo Lezama Álvarez, fue el primer militar en lanzarse en paracaídas.
En 1944 la Fuerza Aérea Mexicana seleccionó a sus mejores elementos, resultando un grupo de 233 pilotos que integraron la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana a través del Escuadrón Aéreo de Pelea 201 y fue enviado a los Estados Unidos a una capacitación especial para participar en la llamada Gran Guerra.
Al año siguiente fueron enviados a Filipinas para que se pudieran familiarizar con la zona de operaciones y los procedimientos; en mayo de 1945 ya volaban como parte del 58vo. grupo de pelea del Quinto Comando de la Quinta Fuerza Aérea Norteamericana; fueron 59 misiones de apoyo que sumaron más de 280 horas de vuelo de gran apoyo para llegar a derrotar a las tropas japonesas.
“Fueron cinco los integrantes de las Águilas Aztecas (como se autodenominaban) que cayeron en combate: capitán 2o. piloto aviador Pablo Rivas Martínez, teniente piloto aviador Héctor Espinosa Galván, teniente piloto aviador José Espinosa Fuentes, subteniente piloto aviador Mario López Portillo y subteniente piloto aviador Fausto Vega Santander”.
Desde el año 2004 y por decreto oficial cada dos de mayo se celebra la Conmemoración de la muerte de los pilotos de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, en 1945.
En 1932, Emma Catalina Encinas Aguayo, oriunda de Chihuahua; tras haber presentado sus exámenes ante la Comunicaciones y Obras Públicas, recibió su licencia como pilota de turismo (la número 54), su título se firmó el 12 de abril de 1934. Emma ejerció su carrera por poco tiempo, más adelante se convirtió en parte del equipo del Lic. Luis Echeverría Álvarez y fue perita traductora en varias dependencias gubernamentales. Murió en 1990 a los 81 años de edad.
En los años 20 y debido al incremento de asaltos en los caminos a los embarques de mercancías y dinero, surge la necesidad de hacer estos viajes por vía aérea, y es fundada en Tampico, Tamaulipas la Compañía Mexicana de Aviación, idea de los norteamericanos George H. Rhil y William Mallory, banquero y piloto respectivamente.
El dato más curioso al respecto es que, como en ese entonces no había pistas de aterrizaje y mucho menos aeropuertos, el piloto debía descender lo más posible y entonces lanzaba los sacos de dinero. La nueva e ingeniosa forma de entrega adquirió muchos adeptos y los contratos no dejaban de llegar a la que sería, una de las líneas aéreas insignia de una nación: Mexicana de Aviación, que dejó de operar en el año 2010.
Como has podido ver, la Aviación Mexicana ocupa un lugar muy importante en la historia mundial de esta actividad que ha sido determinante para la humanidad, desde sus orígenes los pilotos y técnicos mexicanos han demostrado de diferentes maneras su enorme pasión por tener una vida entre nubes.
¡Feliz día de la aviación mexicana!
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