Pocas cosas nos aterran tanto como la posibilidad de que la salud de nuestros hijos pueda estar en riesgo. Por eso, encontrar al pediatra ideal es una de las búsquedas más importantes para las madres de bebés y niños.
Desafortunadamente, la tarea no es nada fácil. Hay familias que transitan de un pediatra a otro durante años y viven una desilusión tras otra. Hay quejas de todo tipo, sin embargo, parece que existe una causa primordial que impulsa el cambio. La doctora Mirella Vázquez, en su artículo “Lo imprescindible del consultorio de un pediatra”, asegura que el 82 por ciento de los pacientes que abandona un consultorio lo hace por la indiferencia y mala atención del médico o del personal que lo acompaña y solamente el 9 por ciento se va porque encontró un médico que cobra menos.
Existe la creencia de que visitar al pediatra cada mes cuando nace un bebé es innecesario. Algunas familias piensan que deben llevar a sus recién nacidos al médico exclusivamente cuando enferman, requieren vacunas o se sienten mal. Sin embargo, esta idea es errónea. Féler Muñoz, psicoterapeuta y asesora en crianza, menciona que “no se nace siendo padre, uno aprende en el camino. Se necesita de diferentes especialistas para guiarse en este proceso. El pediatra es uno de ellos y es esencial porque observa las etapas de desarrollo de los niños. Nosotros, definitivamente, no podemos igualar sus conocimientos”.
82% de los pacientes que abandona un consultorio lo hace por la indiferencia y mala atención del médico o del personal que lo acompaña.
Las visitas al pediatra, especialmente dentro de los primeros años de la vida de un bebé, pueden ayudarnos a identificar algún problema que probablemente nosotros pasaríamos por alto. Las revisiones de rutina mensuales tienen una razón de ser: éstas pueden prender algunos focos de alarma de situaciones que podemos resolver si lo hacemos a tiempo.
Una de las preguntas más frecuentes en esta búsqueda tiene que ver con el tipo de especialista que hay que buscar. El neonatólogo es un experto ideal para tu bebé si su nacimiento fue prematuro, tiene algún mal congénito, enfermedades graves, infecciones o trastornos respiratorios. Esto significa que un neonatólogo es un experto en tratar situaciones complejas en recién nacidos.
Un pediatra, por otro lado, se ha formado para atender niños desde que nacen hasta que alcanzan la vida adulta. Muchos pediatras, además, tienen otra especialidad, por ejemplo: gastroenterólogos pediatras, oftalmólogos pediatras u otorrinolaringólogos pediatras. Si tu pequeño padece frecuentemente de un mal específico, quizá te convenga pensar en un pediatra que pueda darte una visión más profunda de su problema gracias a su especialidad.
Si ya definiste si necesitas un neonatólogo, pediatra o pediatra con una especialidad dependiendo de las necesidades de tu hijo, es hora de hablar de otros factores importantes que debes tomar en cuenta para encontrar el adecuado.
Busca a un pediatra que acceda a explicar las cosas con claridad, que resuelva tus dudas y que los trate con respeto.
“Yo recomiendo variar de pediatra, buscar diferentes alternativas, no quedarse con lo que nos dicen los demás porque eso puede no ajustarse a lo que tú deseas. Sobre todas las cosas, las madres deben guiarse por qué tan cómodas se sienten ellas y sus hijos con el médico. Eso es esencial”, concluye Féler Muñoz.
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