Al fin ha llegado el momento. Ya tienes lista tu maleta con todo lo que necesitas para tu estancia en el hospital y la primera ropita de tu bebé. Los nervios y emoción de toda la familia están por todo lo alto. El nuevo miembro de la familia no tarda en aparecer, sin embargo, con todo eso que leíste o te contaron las amigas de tu mamá y, como mamá primeriza, es posible que no tengas una idea muy clara de cómo será ese encuentro. No te preocupes de más, aquí te resumimos y contamos todo lo que sucederá en el primer día de vida de tu bebé.
Lo más natural es preguntarte cómo se va a ver tu bebé. Olvídate de la imagen del bebé perfecto, rosita, gordito y redondito que aparece en las pelis y la tele. Si tienes un parto natural, su cabeza estará puntiaguda, su cuerpo estará cubierto de una sustancia blanquecina, estará mojado, arrugado y su piel se verá azulada o incluso morada. Tal vez tenga mucho vello. Los bebés que nacen por cesárea se ven igual, salvo por la forma de la cabeza. ¡Ah! La cabeza de tu pequeño será desproporcionadamente más grande que el resto de él, incluso, en algunos casos, casi del tamaño de todo el cuerpo de tu bebé.
Los sarpullidos y las manchas blancas son muy comunes en los recién nacidos. Desaparecerán en los primeros días o semanas después de su nacimiento. Tu médico lo examinará en las primeras horas después de su nacimiento para asegurarse de que esos sarpullidos o manchas sean normales.
Recuerda, el aspecto de tu bebé cambiará dramáticamente en las siguientes semanas conforme va creciendo. Sus piernas y brazos dejarán de estar comprimidos, el tono de piel tomará su color natural y las manchas desaparecerán.
Pruebas médicas para los recién nacidos
Inmediatamente después de nacer se le harán algunas evaluaciones a tu bebé, esto para determinar su estado de salud. La prueba de Apgar se realiza tan pronto tu bebé nace para saber qué tan bien toleró su nacimiento y en los próximos 5 minutos se evalúa su capacidad de respuesta y sus signos vitales. Se verifican cinco factores: ritmo cardíaco, respiración, color, actividad y tono muscular e irritabilidad (respuesta refleja).
Se le asigna al bebé una calificación de 0 a 2 en cada categoría y los cinco resultados numéricos se suman. Este total se denomina calificación de Apgar. Esta prueba es fácil y rápida y se aplica principalmente para ver si tu bebé necesita ayuda para respirar.
La puntuación que puede obtener un bebé oscila entre 0 y 10 siendo esta última la calificación más alta posible, pero muy pocos bebés la alcanzan porque las manitas y pies de los recién nacidos siguen azuladas hasta que consiguen entrar en calor. Una calificación de 7 a 9 generalmente se considera normal. Si tu bebé recibe esta calificación no será necesario realizar acciones especiales en ese momento. Una calificación menor significa que será necesario tomar algunas medidas adicionales, como proporcionarle oxígeno o pasar un tiempo en la incubadora.
Tu bebito tendrá algunos otros procedimientos rápidos, que incluyen:
- Limpiar los conductos nasales con una bombilla nasal.
- Medición del peso, la circunferencia de la cabeza y la longitud de su cuerpo.
- Aplicación de ungüento o gotas en los ojos para prevenir infecciones.
El personal médico secará a tu bebé y lo envolverá en una manta para ayudarlo a entrar en calor. Todo esto sucede muy rápido y antes de que te des cuenta tu bebé estará en tus brazos para un tiempo de vinculación muy especial.
Después de un primer intento de amamantarlo, si así lo decidiste, es momento de unos cuantos procedimientos más, generalmente después de 10 a 30 minutos de haber nacido.
Mientras descansas en la sala de recuperación llevarán a tu bebé a la sala de recién nacidos para recibir un baño minucioso. Generalmente, tu pareja puede acompañar al bebé en estos momentos para supervisar que le apliquen una inyección de vitamina K para ayudar a la sangre a coagular adecuadamente y si han dado su consentimiento, es posible que su bebé reciba una dosis de vacuna contra la hepatitis B.
Otras pruebas obligatorias (el tamiz metabólico neonatal, por ejemplo) incluyen un análisis de sangre de tu recién nacido para verificar sus niveles de azúcar en la sangre o bilirrubina. Si se descubre algún problema congénito el bebé podría requerir atención médica inmediata.
Además, este análisis sanguíneo de rastreo practicado a tu bebé antes de que salga del hospital detecta fenilcetonuria (PKU), hipotiroidismo congénito y otras enfermedades que se deben diagnosticar pronto en la infancia para asegurar un tratamiento exitoso. También le harán una prueba de audición para poder detectar posibles problemas lo antes posible.
Si tienes un parto vaginal, su estancia promedio en el hospital es de alrededor de 48 horas. Con un parto por cesárea, podrán salir después de 96 horas.
Lo que hace tu bebé el primer día de su vida
Te sorprenderás al ver lo alerta que está tu bebito. Inmediatamente después de nacer sus ojos estarán bastante abiertos; los bebés pasan mucho tiempo estudiando caras, especialmente las de mamá y papá (o tu pareja). Es muy posible que tu bebé reaccione al sonido de sus voces. Tu bebé está utilizando todos sus sentidos, incluidos el olfato y el tacto, para identificarte completamente y unirse más a ti.
Tu recién nacido llorará, dormirá y a veces te mirará directamente a los ojos. Aunque su visión es borrosa, tu bebé ve mejor las cosas (como tu cara) cuando están a una distancia de 20 a 40 cm. Tu bebé sujetará tu dedo si lo colocas en la palma de su mano. Y por supuesto, estará hambriento y querrá comer.
Después de estar muy despierto inicialmente, le entrará mucho sueño en las siguientes 24 horas. Es importante despertarlo para alimentarlo cada 2 a 3 horas para que se acostumbre al proceso y comience a recibir alimento. Si has decidido amamantarlo, esta es también la mejor manera de provocar que suba la leche.
Amamantar o alimentar con fórmula
Si has decidido amamantarlo puedes comenzar tan pronto como tu pequeñito es colocado en tus brazos. Aunque probablemente tu leche no suba completamente por un día o dos, tu bebé recibe nutrición a través del calostro, un precursor de la verdadera leche materna. En el caso de algunas mujeres el calostro es ligero y aguado; para otras es espeso y amarillento. Mientras tu bebé succiona tu pecho va desencadenando hormonas que le indican a tu cuerpo que es el momento de producir leche. Estas primeras comidas son excelentes ensayos tanto para ti como para tu bebé.
A algunos bebés (especialmente los prematuros) les cuesta trabajo lograr la succión suficiente para alimentarse de tu pecho. Una enfermera, una asesora de amamantamiento o una consultora de lactancia pueden ayudarles a superar cualquier obstáculo. Incluso si el amamantamiento va bien desde el principio, es útil aprender lo más posible de una especialista en lactancia.
Inicialmente estarás alimentando a tu bebé cada 2 a 3 horas durante todo el día. Si vas a alimentarlo con fórmula puedes comenzar en las primeras horas de vida.
Tus sentimientos
Tener un bebé es una experiencia de enorme importancia que cambia la vida. No te sorprendas si descubres que estás sintiendo una amplia gama de sentimientos. Es posible que experimentes de todo, desde euforia hasta preocupación pasando por ansiedad y llegando a una dicha incontenible. Y tus sentimientos pueden cambiar de manera repentina e impredecible. Además, acabas de pasar por mucho esfuerzo físico. Probablemente estás exhausta y tanto tú como tu pareja podrían comenzar a sentir los efectos de la falta de sueño.
Cada papá y mamá reacciona de manera diferente. Algunas mamás “olvidan” las dificultades del parto en cuanto ven por primera vez a sus bebés. Algunas sienten niveles altos de energía impulsadas por la emoción de finalmente tener a su bebé en sus brazos y otras se sienten tristes y pueden experimentar melancolía o una depresión posparto más seria.
Un médico, enfermera o asesor puede ayudarlos a comprender sus emociones después de la llegada del bebé.
Amigos y familiares
Trata de que el primer día sea simple. Contacta a tus amigos cercanos y familiares y que sean ellos los que comuniquen las noticias a otros amigos y parientes. Tener una red de personas que hagan las llamadas y manden los mensajes, fotos y vídeos te dará libertad para pasar más tiempo con tu pequeñín.
Está bien que tus seres queridos quieran conocer a tu bebé el primer día. Los abuelos y tus hermanos o cuñados pueden conocer al miembro más nuevo de la familia y comenzar a crear un vínculo de inmediato, pero evita un desfile de visitantes entrando y saliendo del cuarto para que el primer día del bebé sea tranquilo y sencillo. Los padres y el bebé necesitan mucho descanso y tiempo tranquilo para crear lazos.
También es recomendable que limites el número de visitantes en las primeras semanas debido a la posibilidad de exponer al bebé a alguna infección. Siempre que tenga visitas asegúrate de que no estén enfermos y pídele a todos que se laven las manos antes de tocar al bebé.
Si hay algún problema en el primer día…
Si tu bebé nace con algún problema o prematuramente puede representarles un momento difícil, el equipo médico del hospital está capacitado para ofrecerte recomendaciones profesionales y hablarles sobre sus opciones. Si tú no te sientes capaz de hablar con un médico todavía, pídele a tu pareja o a otro familiar cercano que lo hagan. El personal médico será muy respetoso de tus necesidades.
Para muchos papás primerizos hablar con un terapeuta o religioso proporciona cierto consuelo. Hay muchos grupos de apoyo disponibles para brindarte el respaldo emocional que necesitarás. No dudes en pedir su ayuda.
Cuando el bebé nazca entrarás en una fase completamente nueva en tu vida. Tómate el tiempo necesario durante los primeros días de la vida de tu bebé para disfrutar este comienzo.
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