Por Nayeli Rueda
Todo está listo para la llegada de tu bebé. Has decorado la habitación, doblado la ropita, has comprado una hermosa tina de baño, y hasta tienes un pequeño botiquín por si tuviera fiebre, pero ¿qué tan segura es tu casa para cuando tu niña o niño comience a gatear y a caminar?
Quizá pienses que para eso falta mucho, pero el tiempo se pasa de volada y cuando menos te lo imagines tu bebé ya estará gateando y caminando. Querrá descubrir todo lo que está a su alrededor y “los padres deben proporcionarle seguridad porque un bebé no se puede valer por sí mismo, está aprendiendo y depende de ellos”, señala el doctor David García, urgenciólogo pediatra de PetitDiatrics Especialidades Pediátricas.
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En casa son muchos los peligros que corren los bebés si no se adaptan los espacios. Los niños pueden sufrir lesiones que van desde el ahogamiento por dejarlos solos en la tina de baño, hasta el atragantamiento por llevarse a la boca objetos pequeños.
En urgencias pediátricas, explica David García, llegan con frecuencia niñas y niños que son atendidos por la ingesta de monedas, de productos de limpieza y de sosa cáustica, debido a que en el primer año de vida están en una etapa oral en donde todo lo exploran con la boca. Los bebés comienzan a desplazarse y llegan a beber hasta thinner de envases de refresco. Pero también sucede que, si en casa hay problemas de roedores, “ingieren raticida en migajas de pan y galletas que encuentran tiradas en el piso”, alerta.
Las lesiones se pueden prevenir
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 90 por ciento de las lesiones son resultado de hechos involuntarios o “accidentes” que se pudieron prevenir o controlarse con la implementación de medidas de seguridad.
En países de ingresos altos, como Suecia, en un periodo de 30 años, se logró disminuir la tasa de lesiones de los niños en más del 50 por ciento. Por eso, “si tan solo algunas de las estrategias de eficacia probada se aplicaran universalmente, cada día se salvaría la vida de más de mil niños”.
Urge cambiar la creencia de que las lesiones se deben al destino. Y una vez que nuestro hijo descubre que puede ir y venir por la casa, debemos ofrecerle espacios seguros para explorar y “quitar todos los factores de riesgo que pongan en peligro su vida”, enfatiza el pediatra urgenciólogo.
Las lesiones por machucamiento también son frecuentes, por eso recomienda tener más cuidado al abrir y cerrar las puertas de las habitaciones y colocar topes para que el bebé no las abra y cierre. Hay que recordar que el uso de andaderas está prohibido debido a que provocan caídas en los bebés.
Para evitar lesiones, hay que reacomodar los objetos que no sean seguros para el bebé. En la cocina, el baño, en la recámara, en la sala y el comedor, hay que colocar:
- Barreras en puertas y escaleras.
- Protecciones en las puertas, cajones y ventanas.
- Seguros para armarios y cajones.
- Protectores de esquina y enchufes.
- Bloqueos para las perillas de la cocina.
- Detectores de gas natural y butano.
Hay que procurar poner al alcance de los pequeños juguetes que sean acordes a su edad. Las guías de seguridad infantil señalan que cualquier objeto que pase a través del orificio del papel higiénico no debe de estar al alcance de los menores de tres años, debido a que es viable que se lo lleven a la boca, que se lo coman o lo metan a algún orificio nasal o del oído.
Hay muchas lesiones que se pueden prevenir en el hogar si se establecen medidas de seguridad adecuadas.