¿Sabías que un bebé recién nacido no puede respirar por la boca, excepto cuando llora? Hasta los tres o cuatro meses los bebés no han desarrollado el reflejo de abrir la boca si tienen tapada la nariz, es por eso que debemos ser muy cuidadosas en mantener su naricita limpia, eliminando las molestas flemas.
Los recién nacidos tienen conductos nasales tan pequeños y delicados (de 2 a 3 milímetros), por lo que un moco o flema pequeñita puede ser una molestia grande para ellos.
La doctora Lee Johnson, Pediatra de Mayo Clinic responde a Baby Daily: ” La flema es normal en todos los seres humanos, incluidos los bebés. Los bebés tienen conductos nasales superiores más pequeños, por lo que la flema se acumula en la nariz y, a menudo, empeora la respiración por la noche. Los bebés siempre respiran por la nariz (¡a menos que estén gritando o llorando!)”
Pero esa mucosidad tiene su razón de ser y es muy importante, mientras no cause molestias a nuestro pequeño.
Nina Shapiro, Directora de Otorrinolaringología Pediátrica del Mattel Children’s Hospital UCLA explica a través de su blog:
“Piensa en la preciosa nariz de tu bebé como un invernadero: necesita humedad, calor, filtración de aire, ventilación y vegetación. El revestimiento mucoso de la nariz proporciona la humedad. Este revestimiento tiene glándulas diminutas que suministran el moco húmedo y resbaladizo que evita que la nariz se convierta en un desierto con costra y permite que el aire fluya libremente.
“La temperatura corporal y el pequeño espacio oscuro en la cavidad nasal proporcionan calor. El filtrado se logra tanto por los diminutos pelos de la nariz como por el moco resbaladizo (vegetación), de modo que el polvo y la suciedad no se respiran directamente en los pulmones. Los pelos y la mucosidad atrapan y acumulan partículas y las filtran del aire que respira su bebé. La ventilación es proporcionada por el conducto nasal abierto que conecta el mundo exterior con la parte posterior de la nariz”.
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“Si tu bebé suena muy flemático, es bueno succionar la nariz con el bulbo o perilla. Asegúrate de sellar bien la fosa nasal de tu pequeño (para que la succión funcione), y es posible que debas succionar varias veces”, dice la doctora Lee, quien es pediatra de Mayo Clinic Health System in La Crosse Wisconsin, USA.
Es mejor usar la perilla de goma para limpiarle la nariz al bebé antes de alimentarlo y de que se duerma. Sigue estos pasos:
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La solución salina no contiene ningún producto químico o medicamento peligroso, por lo que es seguro usarlo en recién nacidos con tanta frecuencia como sea necesario. “Ponle al bebé unas pocas gotas nasales de solución salina en cada lado de la nariz antes de succionar para ayudar a diluir el moco”, agrega la especialista.
Cuando pongas la solución salina a tu bebé hazlo en posición vertical, para que no sienta que la solución salina le baja por la garganta. La mayor parte de la solución salina volverá a gotear, pero una parte irá donde se necesite.
La doctora lee advierte que succionar con demasiada frecuencia con la perilla “puede empeorar la congestión y también puede causar que las mucosas de la nariz se hinchen o sangren”, así que debe ser con mucho cuidado.
“Después de usar la perilla, lávela con agua enjabonada tibia. Enjuáguela bien y exprímala para sacarle toda el agua que pueda haber quedado”. añade la pediatra.
Por su parte la Dra Shapiro agrega: “Si bien las bombillas de succión son excelentes, desaconsejaría el uso frecuente. La mayoría de los recién nacidos están congestionados porque sus delicados tejidos nasales están un poco hinchados. La presión del bulbo de succión solo causará más hinchazón y más congestión. Si no ve que salgan gotas de moco, mantente alejado de la perilla de succión y prueba primero con la solución salina. Si hay mucha mucosidad que puedes hacer una succión suave (bocanadas rápidas y pequeñas), eso ayudará a tu bebé elimine la mucosidad”.
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Un humidificador de vapor frío en la habitación del bebé también puede ayudar, especialmente durante la noche. Asegúrate de leer las instrucciones sobre la mejor manera de mantener limpio el humidificador y evita usar mentol o aditivos medicinales en el tanque de agua.
Los gruñidos y resoplidos que hace el bebé cuando tiene la nariz tapada pueden parecer terribles, pero antes de asustarte, ve la condición general de tu bebé. Si hace esos ruidos, pero come bien, duerme cómodo, está aumentando de peso y su apariencia es buena, no tienes de qué preocuparte. Es probable que dure poco.
Sin embargo, si ves que tiene otros síntomas o que sigue con mucha flema, moco que se le escurre lo notas molesto, ve con tu pediatra para que lo evalúe ante un posible resfriado o algo más. Recuerda siempre: CONSULTAR A TU MÉDICO.
Te dejamos un video con un poco más de información sobre el tema.
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