Bancos de Leche: Esperanza de vida. Foto: Shutterstock
Los bancos de leche materna se encargan de la recolección, el procesamiento y el control de calidad de la leche donada para cualquier peque que la necesite. Las donantes deben ser mujeres sanas que lacten favorablemente a su bebé y que además tengan un poco más para donar, de manera altruista, sin que esto afecte a su hijo.
El trabajo de convencimiento de donación para los bancos de leche materna es parte importante, pues no es algo que esté arraigado en nuestra cultura. La selección de donantes se realiza mediante una entrevista en la que se consiguen datos del estado de salud general y los hábitos de vida.
Una vez que se tiene confirmada a una donante, se les realiza un estudio serológico para descartar enfermedades transmisibles a través de la leche materna, por ejemplo: HTLV, sífilis, VIH, Hepatitis B, C y Chagas.
La donación se puede iniciar en cualquier momento de la lactancia, pero es recomendable esperar entre tres y ocho semanas desde el parto para que la lactancia de su bebé ya esté establecida.
Además de los estudios previos a la madre, la leche donada que se recoge en los bancos de leche se somete a un análisis microbiológico para garantizar la seguridad de su consumo y a un análisis de macronutrientes, lo que permite saber el contenido en energía, grasas, proteínas y lactosa de la leche que el pequeño va a recibir.
El proceso incluye métodos térmicos que tienen como objetivo eliminar las bacterias contaminantes y asegurar la ausencia de virus y bacterias.
El tratamiento que usa la mayoría de los bancos de leche es la pasteurización mediante el método Holder; luego de este proceso la leche se congela y se almacena hasta su distribución. Los receptores de leche humana donada distribuida por los bancos de leche son fundamentalmente neonatos prematuros.
A grandes rasgos, así es como funcionan los bancos de leche, sin embargo, es un proceso realmente complicado y de procedimientos estrictos, por ello platicamos con la Dra. María Elena Álvarez Lobato, coordinadora estatal de lactancia materna y bancos de leche de la Secretaría de Salud del Estado de México, quien nos compartió un panorama mucho más amplio.
Hablando de lactancia materna en México, explica la Dra. María Elena Álvarez, “de cada diez niños solamente tres tienen lactancia materna, ese es nuestro promedio de lactancia materna para niños menores de seis meses, sin embargo, el objetivo es que tengan lactancia materna exclusiva los primeros seis meses y en forma complementaria hasta los dos años. Pero con que tengan lactancia exclusiva al seno materno hasta los seis meses estamos del otro lado”.
Las clínicas de lactancia son lugares que normalmente son atendidos por una enfermera y lo que hacen es orientar a las mamás en todos los sentidos, por ejemplo, dice la Dra. Álvarez Lobato, “quizá esa madre no tiene el seno adecuado para que el bebé pueda estar comiendo o su bebé nació y ella de repente dejó de tener leche, le duele o tiene una mastitis (inflamación del seno); la clínica de lactancia es básicamente para orientación a las mamás”.
Los lactarios están al interior de los hospitales y son lugares donde las madres se extraen la leche para podérsela dar a sus bebés, ya sea que estén hospitalizados o para que puedan donar leche para distribuirla a bancos de leche. Por otro lado, añade Álvarez Lobato, las salas de lactancia son espacios que están en los sitios de trabajo, sean públicos o privados, donde buscamos que haya un lugar digno, privado, para que las mamás se puedan extraer la leche, la puedan resguardar, tener un refrigerador, reciban orientación y al final de su jornada laboral se lleven su leche a casa.
Algunos de los beneficios de la lactancia materna para la madre son:
Y el beneficio para los peques es que son bebés que tienen un mejor desarrollo neurológico y cuando son adultos tienen menos enfermedades cardiovasculares, hipertensión o diabetes, entonces realmente la lactancia tiene muchas ventajas, tanto la mamá como para el bebé.
Un banco de leche es un sitio en donde aquellas mamás que tienen un excedente de leche pueden donar ese sobrante, es decir, cuando es suficiente para su bebé, el resto es aprovechado por otro pequeño.
“Cuando una madre le da a su bebé de su propia leche se llama leche homóloga, cuando da leche para donación para otro bebé se llama leche heteróloga, entonces lo que hacemos en un banco de leche es incrementar el número de litros de leche heteróloga y tienen prioridad aquellos bebés que están internados en áreas críticas de los hospitales, pues parte de su recuperación depende de que obtengan leche materna de otras mamás”, indica María Elena Álvarez Lobato.
Además del estudio serológico que se le aplica a la futura donadora (pruebas de VIH, hepatitis B, hepatitis C, etc.) a la leche también se le hacen pruebas de visión: que no tenga polvo, que no huela mal, que no tenga un color que no debe de tener. Si pasa estas pruebas entonces la leche pasa a la parte más importante de un banco de leche, que es el área de pasteurización.
La Dra. María Elena Álvarez explica que “luego del proceso químico de pasteurización a esa leche se le vuelven a hacer pruebas para ver nuevamente que no tenga gérmenes y, solo entonces, esa leche verificada ya se puede mandar al área donde pueden dosificarla y cumplir con lo que solicitan los médicos de darle determinados mililitros al bebé cada x tiempo. Es importante recalcar que la gente cree que los bancos de leche son algo así como que llego al hospital, pido leche y me la dan, pero no es así, los bancos de leche solamente son para aquellos bebés que se encuentran hospitalizados en áreas críticas. Nosotros no tenemos la capacidad en número de mililitros para darla a bebés externos”.
El mayor beneficiado de los bancos de leche es el bebé prematuro, porque son los bebés que necesitan mayor número de proteínas de inicio, además de las grasas y todos los nutrientes que puede tener la leche materna para que un peque crezca en forma adecuada sin las patologías que hay alrededor del prematuro.
Hay otros bebés que padecen enfermedades como entrecolitis necrotizante, algo a nivel intestinal, o bien, padecen alguna enfermedad respiratoria y la leche materna es básica para su recuperación, pero en realidad el mayor beneficiado con la leche de los bancos de leche es el bebé prematuro.
Es los bancos de leche coordinados por la Dra. Álvarez Lobato, la organización se basa en tres indicadores:
¿Cuántas mamás donadoras tenemos?
¿Cuántos bebés son beneficiados?
¿Cuántos litros de leche obtenemos?
“Las mediciones las hacemos de forma mensual y hacemos lo más que podemos, pero no es suficiente. El año pasado tuvimos 9 mil 949 mamás donadoras, 8 mil 66 lactantes beneficiados y 10 mil 340 litros de leche recabada. Eso ha permitido cubrir a bebés en áreas críticas como terapia intensiva neonatal o terapia intermedia”, dice la experta.
Lo primero y más importante es que las instituciones hagan promoción, es una labor de convencimiento desde el embarazo.
“Informamos y vamos convenciendo a las madres para que, si en un momento dado llegaron a tener un excedente, sepan que existen los bancos de leche donde ellas pueden donar. Pedimos que la mamá esté sana, que no fume, que no tome, que tenga una nutrición adecuada y que consuma un número adecuado de líquidos”, agrega Dra. María Elena Álvarez.
El banco de leche puede ir a donde está la madre o la madre puede acudir al hospital donde se encuentre el banco de leche. En el caso de la recolección, se lleva a un banco de leche cercano, por lo general pequeño y de ahí se distribuye a hospitales más grandes.
Otra opción es que, si un bebé está hospitalizado y su madre tiene leche suficiente, ésta pueda donar ahí mismo en el hospital en que se encuentra su pequeño, sin tener que trasladar la leche, y en vez de que la leche extra se desperdicie, la pueda donar para otro bebé de ahí mismo.
También existe el caso de que una donadora vaya a entregar la leche directamente al hospital y esto debe ser en un envase de vidrio bien cerrado, pero con tapa de plástico. La Dra. Álvarez Lovato dice que los frascos ideales pueden ser los de mayonesa o mostaza, pero no de tapa metálica porque al momento de hacer el proceso se puede oxidar o incluso antes del proceso de esa tapa puede salir oxidación.
Los bancos de leche recogen, filtran, acopian, procesan y distribuyen la leche materna donada bajo condiciones inmejorables, siguiendo protocolos estandarizados y realizando controles bacteriológicos, para proveer a neonatos cuyas madres no pueden proporcionar suficiente leche por distintas razones, especialmente a prematuros de alto riesgo.
La pasteurización Holder es la técnica utilizada más comúnmente en bancos de leche materna para minimizar el riesgo de transmisión de agentes infecciosos.
“En México, si la leche no está pasteurizada, no se puede dar. En Europa y Estados Unidos hay lugares donde, como la sangre, la leche materna se compra y llega a costar hasta 300 dólares. El problema de esa leche es que no está pasteurizada y entonces es como si fuera leche bronca, perdón la comparación, puede tener muchos gérmenes, obviamente no lo recomiendo. Tampoco son adecuadas las nodrizas, no es algo que promovamos porque al no ser su propio hijo, pues si hay riesgo hasta de alergias”.
Otro punto importante que resalta nuestra entrevistada es que no hay que satanizar la leche en polvo pues, cuando no hay leche materna, “habrá casos donde sí tienes que dar sucedáneo, le decimos así a la leche en polvo, pero obviamente tratar de que sea lo menos pues ninguna leche por más sofisticada o por más cara que sea, tiene todo lo que tiene la leche humana”.
El primer banco de leche en México lo tuvo Zacatecas, después Veracruz y en la página web de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud hay un listado de bancos y hospitales que ofrecen este servicio.
Si quieres ser donadora de leche materna puedes consultar la página del Instituto Nacional de Perinatología. Como ya nos explicó la Dra. María Elena Álvarez, es muy sencillo, seguro e higiénico, pues todos los bancos de leche materna son centros especializados para el procesamiento, almacenaje y distribución de la leche materna.
La Dra. María Elena Álvarez Lobato es coordinadora estatal de Lactancia Materna y Bancos de Leche de la Secretaría de Salud del Estado de México desde 2019.
Es egresada de la Licenciatura de Médico Cirujano con posgrado en Pediatría Médica por parte de la Universidad Autónoma del Estado de México y Maestra en Administración de Instituciones de Salud por la Universidad La Salle.
Anteriormente estuvo a cargo de la Coordinación de Hospitales de Alta Especialidad de la misma entidad, así como de la Gestoría de Calidad del Hospital Materno Infantil del ISSEMYM, entre otros cargos públicos relacionados a la prestación de servicios médicos.
Es miembro del Comité Ejecutivo de Certificación de DQS México, responsable de las auditorías a distintos tipos de certificaciones ISO 9001 – ISO 14001 – ISO 13485 – OHSAS 18001. También ha sido Médico de Investigación en colaboración con el IMSS y la Universidad Baylor, en Estados Unidos.
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