“¡Yuhuuu! Aprendí a gatear. Ahora sí agárrense mamá y papá porque ya nadie me para. ¡Comienzan las aventuras!”. Si nuestros bebés pudieran hablar, definitivamente esto nos dirían. El gateo es un hito del desarrollo psicomotor que proporciona grandes beneficios a nuestros hijos. ¿Sabías que cada bebé tiene su propio estilo y tiempo?
¿A qué edad empiezan a gatear los bebés?
La edad en que comienzan a gatear los bebés varía. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede iniciar desde los cinco meses y medio hasta los 14 meses. Es normal que aparezca en cualquier momento dentro de ese rango, aunque la media es a los nueve meses.
“Lo que sí hay que saber es que un bebé que empieza a los 14 meses a gatear, no va a ponerse de pie de golpe, necesita su tiempo. Y que gatee pronto no quiere decir que vaya a caminar antes. Hay bebés que necesitan arrastrarse más que gatear y eso es normal, cada uno tiene su tiempo, no interferido, por supuesto”, explica la fisiopediatra Lucía Álvarez.
¿Para qué sirve el gateo?
Gatear es la primera forma que utiliza el bebé para trasladarse. Primero aprende a mantener el equilibrio con sus manos y rodillas. Luego practica moverse hacia delante y hacia atrás, lo que le ayuda a fortalecer sus músculos. Eso le servirá más adelante para ponerse de pie y lograr el equilibrio.
Para la pediatra Luisa Schonhout, en su artículo El gateo y sus beneficios para el aprendizaje del bebé, esta fase es esencial en el desarrollo de su autonomía. “El lactante explora a través del movimiento. A medida que conoce su entorno va haciendo conexiones en su sistema nervioso que después irán desarrollando su inteligencia”.
Entre las ventajas que tiene el gateo se encuentran:
- Ayuda a desarrollar y mejorar el equilibrio, sistema sensorial, cognición, habilidades para resolver problemas y la coordinación del bebé.
- Es muy útil para que los bebés perfeccionen su sentido de la vista a través de la exploración de su entorno.
- Aumenta su confianza y aprende a resolver problemas, por ejemplo, el cómo salir de una habitación o qué hacer cuando hay un obstáculo.
- Mejora el tacto de la palma de la mano y su motricidad fina pues intentará buscar objetos y reconocerlos. Es importante quitar cosas peligrosas de su alcance y dejar juguetes coloridos para incentivar su desarrollo.
- Mejora su desplazamiento. El poder desplazarse con libertad los obliga a establecer patrones de movimiento y buscar rutas.
- Tonifica sus músculos y su columna.
- Beneficia sus conexiones neuronales y ayuda en la maduración de sus funciones cognitivas.
Te recomendamos estos productos para tu pequeño explorador:
Estilos de gateo
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, aunque cada bebé tiene su estilo, existen algunos tipos de gateo bien definidos.
- Gateo clásico: El bebé apoya su peso sobre sus manos y rodillas; luego mueve un brazo y la rodilla contraria al mismo tiempo.
- Gateo de oso: Parecido al anterior, pero mantiene sus codos y rodillas rectos, como si fuera un oso.
- Gateo sentado: El bebé se desliza sobre sus glúteos y usa sus manos para avanzar.
- Gateo de cangrejo: El pequeño se mueve de lado o hacia atrás impulsándose con sus manos. ¡Justo como si fuera un cangrejo!
- Gateo de arrastre: Mantiene su pancita pegada al suelo y avanza con brazos y piernas.
- Gateo rodante: El bebé llega rodando a donde quiere.
- Gateo de remo: Está sentado y utiliza un brazo, una rodilla o un pie para avanzar.
Cualquier tipo de gateo es benéfico para el bebé. No intentes corregirlo, el gateo no tiene que ser igual para todos.
Cómo estimular el gateo del bebé
La mejor manera de estimular el gateo es dejando que tu bebé sea libre: con ropa cómoda que le permita el movimiento. Te recomendamos la línea de mamelucos Baby Creysi con tela suave y elástica para que lo único que le preocupe a tu hijo sea la ruta con la que comenzará a explorar el mundo. Tenemos una gran variedad de modelos y estampados, todos elaborados con algodón hipoalergénico que además cuida su delicada piel.
También puedes seguir otras recomendaciones como:
- Ubica sus juguetes en el suelo a una distancia considerable para que trate de alcanzarlos.
- Busca espacios donde pueda desplazarse sin riesgos. Adapta tu casa para que pueda recorrerla. Cierra espacios peligrosos como la cocina o el baño. Tapa enchufes y ten cuidado con las esquinas de los muebles.
- Evita juguetes pequeños que puedan llevarse a la boca.
- Vigílalo. JAMÁS lo dejes solo. Recuerda que en esta fase aumenta el riesgo de accidentes. Haz el ejercicio de recorrer tú la casa gateando para ver los riesgos desde la perspectiva de tu hijo.
- Nunca trates de forzarlo, cada niño decide el momento en que debe pasar de una etapa a otra, cuando está listo.
¿Y si no gatea?
Si tu bebé no gatea, no te preocupes. El desarrollo del bebé es un proceso y no siempre se cumplen las etapas al pie de la letra. Hay niños que no gatean y pasan directamente a ponerse de pie sin que ello implique ningún retraso psicomotor.
Sin duda gatear tiene muchas ventajas, pero no te estreses. Si tienes dudas pregunta a tu médico, él le hará una prueba a tu bebé para identificar cualquier retraso evolutivo.
También puedes leer: