Hasta hace relativamente poco tiempo, se creía que los recién nacidos no tienen facultad para sentir dolor debido a que el proceso de mielinización de su sistema nervioso aún no ha finalizado. Pero eso es un error, el hecho de que los bebés no puedan decirte que sienten dolor no significa que no lo experimenten. Existen métodos para aliviar el dolor de tu recién nacido sin medicinas.
Se sabe que los componentes físicos encargados de transmitir la sensación de dolor se desarrollan antes de las 24 semanas de gestación, por lo tanto, el dolor en los recién nacidos existe y es importante prevenirlo y tratarlo.
El dolor en los bebés se manifiesta de diversas formas, pudiendo ser sordo, doloroso, agudo, palpitante o penetrante, además de que cada bebé puede mostrar signos diferentes de malestar, lo que hace esencial comprender sus señales para brindarles el alivio que necesitan sin recurrir a medicinas.
Antes de hablar de aliviar el dolor de tu recién nacido sin medicinas, entendamos que el dolor es una sensación incómoda que puede clasificarse como sorda, dolorosa, aguda, palpitante o penetrante. Puede ser constante o intermitente y cada bebé puede mostrar diferentes signos de dolor.
Hay muchas causas posibles de dolor en los bebés, que incluyen:
A veces puede ser difícil entender cuando un bebé siente dolor, ya que no puede comunicarse con palabras. Sin embargo, por lo general se comportará de manera diferente. Los signos más comunes son:
Se tenía la creencia de que los recién nacidos son demasiado pequeños para sentir dolor y que, si lo tenían, pronto lo olvidarían, pero la investigación realizada por la Doctora Celeste Johnston, experta en medicina y control del dolor neonatal, ha demostrado que, de hecho, los bebés experimentan dolor, y que las experiencias dolorosas repetidas durante sus primeros meses de vida pueden provocar problemas a corto y largo plazo en su desarrollo, emociones y respuestas al estrés.
Esto es un problema: los bebés necesitan muchos procedimientos médicos después de nacer, especialmente los bebés prematuros, aquellos que tienen ciertos defectos de nacimiento, tuvieron complicaciones en el parto o se enfermaron poco después del nacer. Pero incluso los bebés perfectamente sanos pasan por algunos procedimientos dolorosos, como pinchazos en el talón para pruebas de detección de enfermedades endocrino-metabólicas, inmunizaciones o circuncisiones.
Medir la intensidad del dolor en los bebés es una tarea desafiante. En la mayoría de los casos, se consideran varios factores que incluyen la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial, el nivel de oxigenación de la sangre, la expresión facial y el comportamiento.
Hay varias escalas que se utilizan para calificar la intensidad del dolor en los bebés. Estos incluyen la Escala FLACC (cara, piernas, actividad, llanto, consolabilidad) y la Escala de dolor infantil de Riley.
Afortunadamente, hay cosas que médicos, enfermeros, terapeutas y padres pueden hacer para ayudar al bebé y no depender de fármacos. Entre las técnicas para aliviar el dolor de tu recién nacido sin medicina, la más utilizadas es la succión:
Algo tan simple como cargar a tu bebé durante un procedimiento puede marcar una gran diferencia. Se ha demostrado que envolver al bebé en una mantita, o simplemente sostenerlo en una posición doblada con los brazos apretados contra el cuerpo, disminuye el dolor. También puede ayudar si tranquilamente miras a tu bebé y le hablas con dulzura, mientras le acaricias su carita o la espalda.
No solo las mamás deben cargar y consolar a su bebé, también los papás deben ayudar a reconfortar a su pequeño. El contacto directo con la piel ayuda a consolar al bebé y es una buena técnica. También pueden ayudar si le hablan, mecen, juegan o cantan a su bebé.
Entonces, si tu pediatra te dice que tu bebé va a tener un procedimiento doloroso, haz preguntas. Averigua si el procedimiento es necesario y si es así, pregunta qué se puede hacer para prevenir o disminuir el dolor. Pregunta si puedes estar presente durante el procedimiento y si puedes ser tú quién lo sostenga, si lo puedes acariciar y hablarle e incluso alimentarlo. Con suerte, el médico o enfermera te sugerirán algo que pueda ayudar a tu bebé a manejar el dolor.
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