Hepatitis aguda infantil de origen desconocido. Foto: Shutterstock
La Secretaría de Salud del estado de Nuevo León informó que se presentaron los primeros cuatro casos de hepatitis aguda infantil en México. Hasta el momento todos los niños están estables, son de diferentes edades, tanto de instituciones públicas como privadas.
Ana Rosa Marroquín Escamilla, titular de Salud estatal informó en conferencia de prensa que están monitoreando a los niños para ver su evolución.
La hepatitis aguda infantil se documentó por primera vez en Reino Unido donde hasta la fecha se han registrado 111 casos en niños menores de 10 años. Desde entonces se ha identificado en al menos 12 países; Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Israel, Italia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Rumania y ahora México. Se estima que existen alrededor de 300 casos en todo el mundo.
Se llama hepatitis aguda cuando la inflamación del hígado ocurre de manera rápida y abrupta. Este brote en niños es de origen desconocido porque los virus que la causan, es decir el A, B, C, D y E no han sido detectados en las pruebas realizadas a los afectados, cuya edad oscila entre el mes y los 16 años.
La hepatitis aguda infantil puede presentarse por consumir alimentos o beber agua contaminada por heces fecales que contienen el virus.
El riesgo de infección por el virus de la hepatitis A se asocia a la falta de agua salubre y a las malas condiciones higiénicas. La hepatitis A, a diferencia de la B y C, no causa hepatopatía crónica (patología de larga evolución del hígado), pero puede ocasionar síntomas debilitantes y, rara vez, hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda) que es mortal.
No está claro qué está impulsando estos casos en niños pequeños. Se han considerado algunas de las causas comunes de la hepatitis viral, pero no se encontraron en ninguno de los casos.
No descartan algún papel de una infección por covid-19 en estos casos. Tal vez una infección previa de covid-19 de alguna manera preparó el sistema inmunológico para hacer que estos niños fueran inusualmente susceptibles, o tal vez una coinfección de los dos virus juntos abruma al hígado.
Otra teoría de trabajo de los investigadores del Reino Unido es que hay algún tipo de respuesta inmunitaria descomunal o irregular en estos niños, tal vez porque estuvieron protegidos más de lo habitual durante la pandemia.
Los síntomas de la hepatitis aguda infantil son similares a los de la hepatitis A. Si tus niños presentan algunos de estos indicadores debes llevarlo a consulta de inmediato:
La OMS recomienda lavarse las manos regularmente, sobre todo después de ir al baño o de cambiarle los pañales a un bebé. Lavar la fruta, la verdura y las hortalizas antes de comérselas. no comer marisco crudo, como ostras, por ejemplo, consumir agua hervida o purificada y ponerse la vacuna contra la hepatitis A, de preferencia antes de que el menor ingrese a la guardería o jardín de infantes.
También es importante cubrirse al toser para prevenir la transmisión del adenovirus. así como test de sangre, suero, orina y heces a los afectados por la hepatitis aguda. Estamos ante una enfermedad fulminante, es decir produce la muerte.
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