Uno de los principales temores de las madres de bebés recién nacidos es que su hijo o hija sea víctima del Síndrome de Muerte Infantil Súbita (SMIS), también conocido como muerte de cuna. El miedo no es gratuito: este mal se presenta, aparentemente de la nada, y provoca la muerte de bebés menores de un año de edad de forma repentina.
Aunque aún no existe un consenso absoluto respecto a sus causas, múltiples investigaciones científicas han señalado factores que podrían estar relacionados. Con base en la evidencia arrojada por los casos estudiados durante décadas, se ha elaborado una lista de recomendaciones para prevenirlo. Síguelas al pie de la letra.
Algunas pistas sobre sus causas
La perito pediatra Carmen García explica que el SMIS “es una de las muertes más reconocidas del lactante y representa de un 35 a un 55% de las muertes en este grupo etario. La muerte, como lo dice su nombre, es súbita y sin causa aparente”. García señala que este síndrome se presenta entre las dos semanas y el año del nacimiento del bebé, pero es mucho más frecuente en los menores de cuatro meses.
A lo largo de los años se han realizado diversos estudios para tratar de determinar las causas de este síndrome; sin embargo, aún no hay respuestas firmes, solo indicadores: “aún se desconocen sus causas, pero es muy probable que se deba a una disfunción de los mecanismos nerviosos del control cardiorrespiratorio. Los sistemas de los bebés aún no tienen la maduración suficiente para solventar, por ejemplo, la asfixia o las flemas”, señala García.
Entre los hallazgos más importantes sobre los posibles factores de riesgo que se han encontrado alrededor del mundo, según el American SIDS Institute, se encuentran: la exposición a la nicotina, que el bebé duerma boca abajo, que personas mayores compartan la cama con él y que el pequeño tenga anormalidades en el tronco encefálico que no le permitan lidiar adecuadamente con eventos respiratorios.
7 reglas para prevenir la muerte de cuna
Existen algunas medidas que pueden ayudarte a prevenir este síndrome. La perito pediatra Carmen García te ofrece las recomendaciones más importantes para cuidar a tu bebé.
- No faltes a tus consultas prenatales: La atención prenatal es esencial para evitar el nacimiento prematuro, uno de los factores que se cree que pueden incrementar el riesgo de muerte de cuna.
- Tu bebé debe dormir boca arriba o de costado, en ambos casos con la cabeza de lado. Se cree que el colchón podría obstruir la vía aérea de muchos bebés que duermen boca abajo y, ante la imposibilidad de levantar la cabeza solos, se han asfixiado. Por otro lado, poner la cabecita de los bebés de ladito permite que el pequeño pueda expulsar flemas o leche, en caso de regurgitación.
- Usa un colchón que sea firme, evita acostarlo en colchones o sitios en los que su cuerpo y cabeza queden sumidos. Esto ayudará a disminuir cualquier riesgo de asfixia.
- Su cama debe estar libre de accesorios. Además, debe dormir sin cobijas, protectores, peluches o cojines. Cualquiera de estos objetos pueden enredarlo y obstruir su respiración.
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- No compartan cama, lo ideal es que tenga su propio espacio para evitar el riesgo de que, durante el sueño, adultos u otros niños lo aplasten. Puedes utilizar una cuna de colecho para tenerlo cerquita de ti sin ponerlo en peligro.
- Duerman en la misma habitación. Es necesario que estés muy al pendiente, pues sus sistemas neurológico y respiratorio aún no maduran lo suficiente como para superar algunos eventos por sí solos. Lo adecuado es que duerma junto a ti para que puedas estar lo más atenta posible.
- No fumes durante el embarazo ni cerca del bebé. Diversos estudios han encontrado un vínculo entre el tabaquismo y la exposición a la nicotina con la muerte de cuna. Por ello, es importante que los bebés no estén cerca de fumadores y que no se fume en los espacios en los que normalmente se encuentran, pues la nicotina se queda impregnada en los objetos.
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