La guerra entre Rusia y Ucrania ha acaparado los diarios, las redes sociales y los noticieros en radio y televisión. Queramos o no, los niños han escuchado de la invasión rusa, de los bombardeos, de la alerta máxima que hay en esas regiones. Las preguntas son inevitables: ¿qué es la guerra? ¿por qué pelean? ¿hay niños ahí? ¿y las mascotas? Es difícil pero tenemos que tocar el tema, ¿cómo explicar qué es la guerra a los niños?
Hablar o no de la guerra a los niños
Por desgracia, aunque quisiéramos mantener a nuestros hijos en una burbuja, cuando existe guerra en alguna parte del mundo, los niños están expuestos a la información en los medios, a las conversaciones de los adultos y a lo que otros niños en la escuela han escuchado del tema. Es por eso que como papás debemos ser muy claros y guiar la plática de acuerdo a la edad de nuestros niños.
Kathleen McCartney, profesora de la Escuela de Graduados en Educación en Harvard, explica en el artículo, Qué decirles a los niños sobre la guerra, que solo hay una forma de abordar el tema con los niños: “hay que decir la verdad, mantenerlo simple”.
De acuerdo con la experta, cualquier conversación sobre la guerra debe guiarse por la edad del niño. Desde los cuatro años nuestros hijos comienzan a entender lo que es la muerte, pero su entendimiento es aún fantasioso, piensan que al morir las personas “se van a otro lado” o “es posible revivir”.
Antes de los cinco o seis años, tampoco tienen claro el concepto de naciones y mucho menos de guerra. “Los niños de cuatro años están empezando a entender acerca de la muerte. Pueden preocuparse por eso por un corto tiempo. La mayor preocupación es que les pueda pasar algo a sus padres, eso es lo peor que puede imaginar un niño de cuatro años”.
Aunque no tienen claro que la muerte es definitiva, muchos de ellos entienden que dejan de ver a la persona que muere y ese hecho les puede generar ansiedad. Su lógica les dice que si otra persona puede morir, entonces su mamá también puede hacerlo, por lo que la conversación debe girar en torno a que sus papás y personas cercanas están a salvo.
A la edad de los ocho o nueve años los niños tienen la capacidad suficiente para preocuparse como los adultos. “Ahí es cuando pueden generar todas las posibilidades en sus mentes: ataques con ántrax, bombardeos, aviones que se estrellan contra edificios”, señala Jerome Kagan, profesor de psicología de Starch Research en Harvard, en el artículo antes mencionado.
Por regla general, los expertos recomiendan que cuando el niño es menor de seis años, se aborde el tema solo cuando pregunte. Con niños mayores sí es importante indagar lo que saben, pues están más expuestos en la escuela a más información. Puedes iniciar la conversación con preguntas simples como: “¿has oído hablar de esto?” “¿Qué has escuchado?”.
Por qué hablar con los niños sobre la guerra
Si no platicamos con nuestros niños, la información que le llega sobre la guerra puede provocar que su imaginación vuele y se sientan en peligro. Las repercusiones pueden ir desde ansiedad hasta dificultad para conciliar el sueño, pesadillas y llantos espontáneos.
En todos los casos y edades, aunque los niños no manifiesten preocupación, es importante preguntarles cómo se sienten y aclarar todas sus interrogantes. Sin embargo, como papás debemos tener cuidado en lo que les decimos. No es útil hablar de cuántas personas mueren o darles información detallada y mucho menos imágenes explícitas.
Las fotos en redes sociales y televisión pueden ser perturbadoras y angustiosas, por lo que una buena idea es activar los filtros parentales y limitar la cantidad de tiempo que ven de la guerra en redes sociales y televisión. Si bien tú necesitas estar informado, trata de que la exposición que ellos tengan del tema no sea excesiva.
Como sucede con los adultos, hay niños que son más sensibles a la guerra que otros. Si notas cambios de comportamiento, como los patrones de sueño y apetito, hazle saber a tu hijo que entiendes sus sentimientos y preocupaciones. Dile que él y su familia están seguros y si es necesario, acude con un terapeuta para calmar su angustia.
“Lo que está sucediendo en Ucrania puede ser aterrador tanto para niños como para adultos. Ignorar o evitar el tema puede hacer que los niños se sientan perdidos, solos y más asustados, lo que puede afectar su salud y bienestar. Es fundamental tener conversaciones abiertas y honestas con los niños para ayudarlos a procesar lo que está sucediendo”, dice Ane Lemche, psicóloga y consejera infantil de Save the Children.
Di las cosas simples, pero siempre habla con la verdad
Al responder las preguntas que tu niño te hace sobre la guerra es fundamental hablar con la verdad y decir las cosas de manera simple. Si los niños temen a la muerte y a lo que le puede pasar a su círculo cercano, debes hacer énfasis en que su familia está a salvo, pero sin ocultar que otras personas la están pasando mal.
Explícales que en un lugar llamado Ucrania, las personas están sufriendo mucho porque otro país más grande quiere apoderarse de su territorio. Diles que desgraciadamente muchas personas resultan heridas e incluso podrían morir. No es muy diferente a cuando los niños preguntan sobre sexo, debes decirles cosas concretas sin entrar en detalles sobre la biología humana, simplemente responde a lo que te preguntan y no des información de más.
Estrategias para hablar con tus hijos sobre la guerra
La organización Save the children recomienda cinco estrategias para abordar el tema de la guerra con los niños.
1. Haz tiempo y escucha si tu hijo quiere hablar
Dale a tu niño espacio para que te diga lo que sabe, cómo se siente y qué imagen se ha formado de la situación. Tómate tu tiempo para escuchar lo que piensa, lo que ha visto y oído.
2. Adapta la conversación al niño
Los niños más pequeños suelen estar satisfechos cuando les dices que a veces los países pelean, pero los niños más grandes harán preguntas más concretas como: ¿hay niños ahí? ¿qué pasa con las mascotas? ¿tienen que salir de sus casas? Responde con la verdad: “Donde hay ataques las personas deben de salir de sus casas y buscar algún lugar para refugiarse. Por desgracia sí hay niños. Muchas personas están buscando que países vecinos como Polonia y Rumanía los dejen quedarse. La mayoría de las personas están tratando de llevar consigo a sus mascotas, pero no siempre es posible”.
3. Valida sus sentimientos
Si tiene miedo o siente ansiedad, dile que es normal y que tú también a veces te sientes preocupado, pero que toda su familia está a salvo. Crea una sensación de alivio y seguridad, pero también de empatía.
4. Recuérdale que no es su problema
Algo que debes dejar bien claro es que los adultos de todo el mundo están trabajando mucho para resolver la guerra y que no es su problema. Dile que no debe sentirse culpable por jugar o estar con sus amigos.
5. Si quieren ayudar, ofrece una forma práctica de hacerlo
Muchos niños se sentirán con ganas de hacer algo para apoyar a las personas que sufren en la guerra. Por ejemplo, mi hija de ocho años me preguntó qué se puede hacer para ayudar si estamos tan lejos. Yo le respondí que muchas personas están protestando en las embajadas de los países involucrados para pedir paz y para que comprendan que el resto del mundo está en desacuerdo con la guerra. Otros están creando eventos para recaudar fondos y algunos más están enviando cartas y dibujos a las embajadas para pedir la paz.
Tú mejor que nadie conoce a tu hijo, por lo que te propongo que investigues sobre el tema para estar preparado para las preguntas específicas que te pueda hacer.
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