La Fertilización In Vitro (FIV), también conocida como Fecundación in Vitro, es un procedimiento de reproducción asistida que ha brindado esperanza a muchas parejas que enfrentan dificultades para concebir de manera natural. En este tratamiento, los óvulos y los espermatozoides se combinan en un laboratorio para crear embriones, que luego se transfieren al útero materno para lograr un embarazo exitoso.
Por suerte, en estos tiempos, cuando un embarazo no puede ocurrir de manera natural, la ciencia ofrece diversas técnicas que logran ayudar a hacer algunos sueños realidad.
Un bebé es la materialización del amor, sin embargo, hay ocasiones en las que por diversos factores una mujer no puede quedar embarazada, afortunadamente eso no significa que deba privarse de la oportunidad de llevar en su vientre a su hijo y finalmente poder tenerlo en sus brazos.
Existen diversas técnicas de laboratorio de lograr un embarazo en aquellas personas que de manera natural no lo han conseguido, por ejemplo, la Fertilización In Vitro.
¿Qué es la Fertilización In Vitro?
Stanford Medicine Children’s Health explica que “la Fertilización In Vitro (FIV) es una de las técnicas más comunes y eficaces disponibles para mejorar las posibilidades de embarazarse. Implica la fertilización de óvulos fuera del cuerpo, en una caja de Petri, que luego se implantan en el útero de la mujer”.
Dicho de otra forma, se trata de lograr la fecundación de un óvulo fuera del útero, a través de una cuidadosa manipulación en un laboratorio. Como puedes imaginar no es un proceso simple, para realizarlo se deben seguir cuidados y ciertas condiciones que los médicos tratantes estipulan.
¿Cómo es el proceso de la FIV?
Este tipo de procedimientos se conocen como tratamientos de reproducción asistida; para la Fecundación In Vitro se siguen los siguientes pasos, siempre bajo el acompañamiento, supervisión y monitoreo del equipo médico tratante:
- Estimulación ovárica controlada: La mujer recibe medicamentos para estimular la producción de óvulos en los ovarios. Durante este proceso, se realizan controles ecográficos y análisis de sangre para evaluar el crecimiento de los folículos y determinar el momento adecuado para la punción folicular, es decir la extracción de los óvulos.
- Punción folicular: Se realiza una punción en los ovarios para extraer los óvulos maduros. Quizá te preguntes por qué se habla de óvulos en plural, esto es porque se deben tener varios para poder hacer una selección de los más viables, además por tratarse de un procedimiento de laboratorio, es mejor tener varias opciones para que las posibilidades de éxito sean mayores, de ahí que se realice la estimulación ovárica.
- Recogida y preparación del semen: El hombre proporciona una muestra de semen, que se procesa en el laboratorio para obtener los espermatozoides de mejor calidad. Por supuesto que si se trata de una pareja lo primero es buscar que óvulo y esperma sean de ambos, pero si por alguna razón esto no pude ser, entonces previamente habrá que recurrir a un banco de semen.
- Fecundación o fusión de los gametos: Los óvulos y los espermatozoides se colocan juntos en una placa de cultivo para que se produzca la fecundación, claro que no se ponen solitos, se usa una solución especial con los nutrientes necesarios para que la fecundación ocurra.
- Cultivo embrionario: Los embriones se mantienen y se vigilan en el laboratorio durante unos días para que se desarrollen. Se monitorea la división celular y se seleccionan los cigotos (así se llama el óvulo ya fecundado) que se consideran viables.
- Transferencia embrionaria: Una vez hecha la selección, se introduce uno o varios embriones en el útero de la mujer para que se implanten y se produzca el embarazo. Esto ocurre aproximadamente tres días después de que los óvulos fueron obtenidos.
Después de esto, ya sólo queda esperar a que el embarazo avance, es decir, que los cigotos (al menos uno) se hayan implantado en la pared uterina con éxito y que comiencen a desarrollarse como sucede en los embarazos naturales. Todo el proceso, que generalmente dura alrededor de 2 semanas, es llamado un ciclo de Fertilización In Vitro.
¿Qué tan efectiva es la Fertilización In Vitro?
La efectividad de la FIV puede variar dependiendo de múltiples factores, como la edad y la salud de la mujer, el motivo de la dificultad de lograr un embarazo de manera natural o la calidad de las células sexuales (óvulos y espermatozoides).
Algunas estadísticas, por ejemplo la realizada por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid con el código CS14000, señalan que la probabilidad de embarazo con FIV en el segundo intento es del 91%, sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y los resultados pueden variar.
Además, la efectividad de la Fertilización In Vitro también puede depender de otros factores, como la calidad y el desarrollo de los embriones, la transferencia adecuada de los embriones al útero y la receptividad del útero de la mujer para la implantación del embrión.
Es muy importante que las parejas que consideren someterse a un tratamiento de FIV consulten con un especialista en reproducción asistida para evaluar su situación específica y recibir asesoramiento personalizado sobre las posibilidades de éxito de la Fecundación In Vitro en su caso particular.
¿Existen riesgos?
Como en todo tratamiento médico, siempre hay riesgos. Clínica Mayo menciona los siguientes:
- Síndrome de hiperestimulación ovárica
- El uso de medicamentos inyectables con el fin de provocar la ovulación puede provocar que los ovarios se hinchen y causan dolor. Los síntomas duran una semana e incluyen dolor abdominal leve, distensión abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Sin embargo, si quedas embarazada, los síntomas pueden llegar a durar varias semanas. En raras ocasiones, es posible desarrollar una forma más grave de síndrome de hiperestimulación ovárica que también puede causar aumento rápido de peso y falta de aire.
- Aborto espontáneo
- La tasa de abortos espontáneos en mujeres que conciben mediante la Fertilización In Vitro con embriones frescos es similar a la de las mujeres que conciben de forma natural (alrededor del 15 al 25 por ciento), aunque la tasa aumenta con la edad de la madre.
- Complicaciones en el procedimiento de obtención de óvulos
- El uso de una aguja de aspiración para obtener óvulos podría provocar sangrado, infección o daño al intestino, a la vejiga o a un vaso sanguíneo.
- Embarazo ectópico
- Alrededor del 2 al 5 por ciento de las mujeres que se someten a la Fertilización In Vitro tendrán un embarazo ectópico (cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, generalmente en una trompa de Falopio). El óvulo fecundado no puede sobrevivir fuera del útero y no hay manera de continuar el embarazo.
- Nacimientos múltiples
- El embarazo con múltiples bebés implica un mayor riesgo de trabajo de parto prematuro y de bajo peso al nacer que el embarazo con un solo producto.
- Parto prematuro y bajo peso al nacer
- Las investigaciones sugieren que la Fertilización In Vitro aumenta ligeramente el riesgo de que el bebé sea prematuro o de que tenga bajo peso al nacer.
- Estrés
- La Fertilización In Vitro puede ser extenuante a nivel financiero, físico y emocional. Es recomendable construir una red de apoyo que pueda ayudarte o ayudarlos a atravesar los altibajos de un tratamiento de este tipo.
¿Cuánto cuesta la FIV?
El costo promedio de un ciclo de FIV puede variar dependiendo del país donde vivas, de la clínica de fertilidad que se elija y de los servicios incluidos en el tratamiento.
En México puede costar entre 2 mil 500 y 5 mil dólares, mientras que en Europa puede oscilar entre los 3 mil 500 y los 5 mil 500 euros. Es importante tener en cuenta que este costo puede aumentar si se llegaran a necesitar técnicas adicionales como la donación de gametos o estudios genéticos, además de los medicamentos que se puedan requerir.
Antes de tomar una decisión lo mejor es investigar, en algunos casos los servicios de seguridad social pueden realizar el procedimiento y algunas clínicas especializadas tienen planes de financiamiento.
Lo más recomendable es que, si estás considerando esta alternativa, lo platiques primero con tu ginecólogo, él sabrá guiarte para que encuentres la opción más favorable para ti y tu familia.
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