La psicosis posparto es una condición que difiere de la depresión posparto y el baby blues. Durante el periodo posterior al parto, las mujeres pueden experimentar una variedad de emociones debido a cambios físicos y hormonales. La revista Perinatología y reproducción humana de la UNAM indica que “la tristeza posparto es común, la depresión posparto afecta aproximadamente a 1 de cada 8 madres, pero la psicosis posparto es más grave y requiere atención médica inmediata”.
Ya sea el primero o el tercero, el nacimiento de un bebé puede desencadenar una montaña rusa de emociones, desde la dicha y alegría hasta el miedo y la ansiedad. Muchas de estas emociones son causadas por cambios físicos que incluyen cambios en las hormonas, alteraciones en el patrón del sueño, cambios en la dieta y de la actividad física.
La tristeza no es igual que la depresión
Es importante hacer una distinción entre la “tristeza posparto (baby blues)”, la depresión posparto y la psicosis posparto. Las investigaciones de la Clínica Mayo muestran que entre el 15% y el 85% de las mujeres tienen “tristeza posparto”, y la incidencia alcanza su punto máximo alrededor del quinto día después de haber dado a luz.
Esta tristeza puede manifestarse a través de un bajo estado de ánimo, llanto, irritabilidad y sentirse abrumada. Es una condición transitoria totalmente normal que se cree que es el resultado de la rápida caída de los niveles hormonales después del parto.
La verdadera depresión posparto es más grave que la tristeza. Este término se refiere a cuando la mamá experimenta síntomas de un episodio depresivo clínico, también llamado “episodio depresivo mayor”, generalmente dentro del primer mes después del parto.
La depresión posparto se define como experimentar, por dos semanas o más, algunos o todos los siguientes síntomas: estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, disminución del interés o placer en la mayoría de las actividades, pérdida de peso, incapacidad para dormir o dormir excesivamente, lentitud física o agitación, fatiga, falta de concentración y, en casos severos, pensamientos suicidas.
La comunidad médica de la Cleveland Clinic estima que la depresión posparto es muy común, con tasas del 10 al 20% en Estados Unidos, sin embargo las cifras de psicosis posparto son mínimas en comparación, pero no por ello debe dejarse de lado.
¿Qué hay de la tristeza?
La tristeza posparto está muy lejos de la psicosis posparto y se caracteriza por preocupaciones como “¿Soy una buena madre?” y generalmente pasan unas pocas semanas después del parto, mientras que la depresión posparto implica sentimientos de desconexión más duraderos.
El inicio y la duración de la depresión posparto pueden variar mucho. Para algunas mujeres, las primeras semanas, incluso meses después de dar a luz pueden ser muy buenos o los síntomas del estado de ánimo pueden ser manejables, para después tener un “colapso”. Para otras, los síntomas del estado de ánimo pueden comenzar durante el embarazo y empeorar después del parto.
El diagnóstico puede ser difícil ya que el tiempo de aparición es variable y porque algunos de los síntomas de la depresión son cambios temporales normales que ocurren después del parto, además, la investigación muestra que los factores culturales pueden influir en la condición y el desarrollo de la depresión posparto, y es posible que algunas pacientes escondan sus síntomas debido a la culpa o la vergüenza.
Factores de riesgo de la depresión posparto
Algunos factores de riesgo que son clave para sufrir de depresión posparto incluyen antecedentes de depresión o enfermedad mental antes del embarazo, eventos estresantes durante y después del embarazo, conflicto marital y edad materna joven.
Las nuevas mamás están bajo una gran presión personal, familiar y social, para vincularse inmediatamente con sus hijos y amarlos. El estrés, la carga de ser mamá y las tareas que conlleva este rol, como amamantar, a menudo hacen que la vinculación con el bebé sea un desafío. La mamá puede luchar con sentimientos de culpa y vergüenza, lo que puede retrasar o impedir la búsqueda de ayuda.
Si bien las causas físicas tanto de la depresión posparto como de la psicosis posparto siguen siendo un misterio, los investigadores creen que la condición es causada por fluctuaciones hormonales durante y especialmente después del embarazo. Por ejemplo, las hormonas sexuales, como el estrógeno, alcanzan altos niveles durante el embarazo para luego caer precipitadamente después del parto, y la oxitocina, que interviene en la lactancia y el vínculo entre la madre y el bebé, probablemente desempeña un papel importante. Durante y después del embarazo, el cerebro se encuentra en una montaña rusa hormonal, y esto puede causar estragos en la salud mental.
Tratamientos para la depresión posparto
Para casos leves, la psicoterapia por sí sola puede ser suficiente para reducir los síntomas y restaurar gradualmente una sensación de bienestar. Se ha demostrado que enfoques como la psicoterapia interpersonal y la terapia cognitiva conductual son útiles para las mujeres que sufren depresión posparto. La psicoterapia interpersonal, por ejemplo, se enfoca en mejorar las conexiones interpersonales, mientras que la terapia cognitiva conductual se enfoca en corregir el pensamiento distorsionado, como creer que uno es un “mala” madre.
El pilar del tratamiento para la depresión posparto es la medicación, sin embargo, las pacientes que amamantan pueden preferir el tratamiento psicológico a la terapia con medicamentos, ya que los antidepresivos pueden pasar a la leche materna. Sin embargo, hasta la fecha, los antidepresivos no parecen afectar la salud o el desarrollo del bebé.
¿Qué hay de la psicosis posparto?
La psicosis posparto es una condición en la que la salud mental materna se ve afectada no sólo por la depresión sino por una ruptura con la realidad.
La ruptura con la realidad, llamada “psicosis”, generalmente incluye ver u oír cosas que no existen (alucinaciones), tener pensamientos confusos o tener creencias falsas, a menudo de naturaleza extraña o extremadamente inverosímil, como que un demonio entró en el bebé. Algunas mujeres pueden escuchar una alucinación auditiva, es decir, una voz poderosa, que les ordena suicidarse o un atacar al bebé.
Esta condición es mucho menos común que la depresión posparto y se cree que ocurre en 1 de cada 500 partos en E. U. de acuerdo con la Cleveland Clinic. Además, a diferencia de la depresión posparto, la psicosis posparto generalmente comienza dentro de los primeros tres días después del nacimiento del bebé.
Debido a la gravedad de estos síntomas, su rápido inicio y la frecuente presencia de pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé, la psicosis posparto se considera una emergencia psiquiátrica. Por lo general, resulta en hospitalización psiquiátrica para la seguridad de la madre y del bebé. En muchos casos, la depresión posparto y su forma extrema, la psicosis posparto, no son detectadas por los seres queridos ni por los proveedores de atención médica debido a la renuencia a reconocer que la madre puede ser un peligro para ella misma o para el niño.
Es muy importante llevar un seguimiento y dar tratamiento a las mujeres que podrían sufrir de depresión posparto. Y cuando hay pensamientos suicidas o de dañar a los niños, deben ser tratadas como posibles casos de emergencia psiquiátrica. Es posible que estas madres con depresión no reconozcan o quieran reconocer que están deprimidas. También es posible que no estén conscientes de los signos y síntomas de su depresión. Si sospechas que una amiga o familiar tiene depresión posparto o está desarrollando psicosis posparto, ayúdala a buscar atención médica y que sepa que no está sola.
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