Formar a un ser humano es una de las responsabilidades más importantes que alguien puede tener, pues lo que se le enseñe podría determinar la manera en que se relacione con quienes le rodeen, además de esto, también es esencial propiciar una buena relación consigo mismos, ¿cómo? Ayudándoles a que sean siempre honestos, congruentes y leales con lo que piensan y creen, no traicionando sus ideales y tratando a los otros como desean ser tratados, lo cual nos lleva a que, en el proceso del aprendizaje social, a veces nos equivocamos, entonces, ¿deberíamos enseñar a los niños a disculparse o no?
Uno de los temas más sensibles en la crianza es la disculpa, ¿está bien disculparse? ¿afecta a la autoestima pedir perdón? ¿Las disculpas pueden ayudar a mejorar los sentimientos?
¿Deberíamos o no enseñar a los niños a disculparse?
Muchas culturas comparten la importancia de las disculpas, por lo que platiqué con la psicóloga Selene Portilla Fabián sobre si se debe enseñar a los niños a disculparse o no y esto es lo que comentó:
“Enseñar a nuestros hijos a reconocer que se equivocaron ante una decisión, ofensa, agravio o mal juicio es una forma de reconocimiento, de respeto. Como te respeto y sentí o creí que dañé parte de algún sentimiento contra ti por mi forma de actuar entonces te ofrezco una disculpa. El pedir perdón es uno de los mayores actos de humildad que podemos realizar”.
¿Es lo mismo disculparse que pedir perdón?
Selene Portilla: Es criterio personal, en lo particular, la disculpa tiene que ver con un acto de conducta lastimosa y el perdón exacerba sobre el sentimiento, o sea, que no se trata propiamente de sinónimos el uno del otro.
Creo que son escalones los que se deben subir para enseñar a los niños a disculparse, pero, en ambos casos estamos hablando de un sentimiento que expresa culpa y en ambos casos el resultado de una disculpa o de un perdón es la empatía.
¿Pedir u ofrecer disculpas?
Ante la respuesta de la psicóloga con respecto a enseñar a los niños a disculparse me surgió la duda de si lo correcto es ofrecer o pedir disculpas, y para desentrañarla me fui al concepto de la palabra… lo que encontré es muy interesante, de acuerdo con la Academia Mexicana de la Lengua (RAE):
El sustantivo disculpa significa la razón o causa que se alega para excusarse y purgarse de una culpa. Por su parte, el verbo disculpar tiene dos acepciones: dar razones o pruebas que descarguen de una culpa o delito, y no tomar en cuenta o perdonar las faltas u omisiones que otro comete.
Una cosa es ofrecer una disculpa y otra es disculpar a otro; en el primer caso es quien cometió una falta o agravio el que buscando ser eximido de culpa, da una explicación de las razones por las que ha actuado de determinada manera. En el segundo caso, es el ofendido quien decide si libera o no de la culpa a quien lo ha ofendido o lastimado.
Entonces las disculpas no se piden, se ofrecen cuando se ha cometido una falta o se ha ofendido o herido a alguien. Brindar, ofrecer o dar disculpas habla de quien, quizá por un error, ha actuado de manera equivocada, es la manera en que está admitiendo haberse equivocado.
Teniendo claro esto, podemos entender por qué es importante enseñar a los niños a disculparse o pedir disculpas cuando han cometido un error o han lastimado a alguien, esa conducta les hará comprender que todos merecemos respeto y reconocimiento, que todos (incluso ellos) nos equivocamos y que todo error se puede corregir o reparar.
¿Cuándo puede ser conveniente que tu hijo ofrezca disculpas?
Dependiendo de su edad, aquí te comparto varios ejemplos que podrían reforzar el hecho de enseñar a los niños a disculparse:
- Si le ha hecho daño a alguien, sea que se haya burlado, lo haya insultado, le haya gritado o le haya faltado el respeto.
- Si ha hecho algo que él sabe que está mal, por ejemplo, mentir, romper una regla a propósito, publicar comentarios hirientes o propagar un rumor en redes sociales o entre sus amigos.
- Si no hace lo que se supone que debía hacer, como cumplir con sus deberes, cumplir una promesa o acuerdo (como volver a casa a la hora acordada) o prestarle algo a su hermano.
- Si ha perdido o roto algo que no es o era suyo, incluso sin ser consciente de ello.
- Ha sido injusto o duro con alguien.
¿Cómo es una disculpa?
La disculpa se trata de una razón que explica una conducta o acto determinado, entonces, la disculpa ha de enfocarse en ese acto y no en la respuesta generada en el otro, por una razón muy simple, esa respuesta depende del otro al cien por ciento y de ninguna manera es controlable por quien realizó dicha acción y el intentar que los peques entiendan la diferencia es parte de enseñar a los niños a disculparse.
Es conveniente que, a través de la disculpa, quien la ofrece:
- Se responsabilice de lo que ha hecho y no trate de quitarle importancia.
- Le explique a la otra persona lo mal que se siente por lo que ha hecho.
- Deje muy claro que se arrepiente y que hará lo posible para no se repita.
Las disculpas fortalecen relaciones
Mostrar verdadero arrepentimiento al disculparse puede fortalecer y preservar relaciones positivas. Más allá de las palabras se trata de un acto que reconoce las emociones de la otra persona e indica respeto por su compañía. Al decir “lo siento” (de manera sincera) se puede restaurar la confianza de quien ha sido lastimado y es parte de lo que puedes compartirle a tu niño al enseñarle a disculparse.
Al enseñar a los niños a disculparse u ofrecer disculpas le estás mostrando cómo actuar con integridad, a ser humilde y decir la verdad, además es el momento perfecto para que tu hijo compruebe que tanto sus palabras como sus acciones pueden impactar a los demás de manera positiva; haciéndole saber que todo lo que uno da, tarde o temprano regresa.
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