Dedicarle una fecha en especial a los médicos es simplemente ofrecerles el reconocimiento de honor a quien honor merece. En México honramos a nuestros médicos cada 23 de octubre. ¡Feliz Día del Médico!
La razón de que exista un Día del Médico más que para celebrar es para reconocer y agradecer el compromiso y dedicación de todas esas personas que dedican su vida a mejorar, salvar o hacer más llevadera la de los demás.
En México la fecha para dicho homenaje es el 23 de octubre, esto ha sucedido así desde que en 1937 la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República lo instauró para conmemorar que en esa fecha, pero en 1833, se fundó el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México, considerado el primer eslabón en la historia moderna de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue el Dr. Valentín Gómez Farías, conocido como Padre de la Reforma, el precursor y cerebro de muchos cambios en la vida política y social del México de las primeras décadas del siglo XIX, entre los cuales está la separación de clero y estado; uno de los efectos de dicha ruptura fue la venta de múltiples bienes eclesiásticos. Con lo obtenido de esas negociaciones “le fue posible financiar nuevas instituciones educativas, como la Escuela de Ciencias Médicas, que tras un largo camino ha llegado hasta nuestros días convertida en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional”, relata Rafael Rodríguez Barrera en el libro La República Federal.
Lo anterior no quiere decir que antes de esa fecha no existiera un lugar serio para la medicina en la vida de nuestro país, al contrario, la tradición médica en estas tierras data de tiempos prehispánicos y ese es un conocimiento de gran valía aún hoy en día, de hecho, hay algunas corrientes que han fusionado ambas ramas con excelentes resultados.
No podemos dejar de lado que con la llegada de los españoles la historia tomó otro rumbo. En 1553 fue entregado el primer diploma médico en México, avalado por la Universidad de Lérida, en España. En 1579 se inauguró la primera cátedra de medicina en la Real y Pontificia Universidad de México, en donde la formación de médicos fue creciendo y consolidándose con el tiempo, hasta llegada la transformación ya mencionada de 1833.
En 1834 el Establecimiento de Ciencias Médicas se integró a la Universidad como Escuela de Medicina. Ya en el inicio del siglo XX surgieron de esta escuela los planes de estudio que dieron paso a la Facultad de Odontología y a la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Nadie puede negar lo importante que es tener un médico siempre cerca, esta noble profesión es el pilar del sistema de salud de todas las naciones y pueblos, pero sobre todo de la seguridad y tranquilidad en cuanto a la salud de cada individuo y grupo étnico se refiere.
Es bien sabido que un médico nunca termina de estudiar, elegir esta carrera no es cosa simple, de antemano se ha de aceptar el compromiso que significan de cuatro a cinco años de formación académica en la universidad, un año de internado y un año de servicio social, esto para salir de la universidad con título de Médico Cirujano o General.
Las variadas especialidades que hay pueden llevar otros tres o cinco años de estudio, las más comunes (y demandadas) son Cardiología, Oncología, Pediatría y Ginecología, pero el estudio y el compromiso no terminan ahí, hay subespecialidades que también son necesarias para mantener la salud de la población, por ejemplo, Dermatología Oncológica, Cardiología Nuclear o Uroginecología, que se llevan entre uno y tres años más.
Tan complejo como el cuerpo humano es la intrincada ultra especialización que pueden llegar a tener los médicos. La red va entrelazando una especialidad con otra, con otra y con otra, incluso con las que aparentemente nada tienen que ver con la salud, como la Robótica o la Nanotecnología.
Esto puede entenderse de manera sencilla: el cuerpo humano es una maquinaria sorprendente en la que todo está conectado entre sí y, para que funcione de la mejor manera, sus “técnicos” deben tener el mayor conocimiento posible sobre dicha maquinaria.
De ahí la importancia de que al menos un día al año se reconozca esta verdadera carrera profesional y sobre todo humana. No olvides que la materia de trabajo de los médicos es ni más ni menos que la vida humana, ellos entregan todo de su parte en favor de sus pacientes, y su mejor retribución es contribuir a que ellos tengan la mejor calidad de vida posible, al menos en lo que a salud se refiere.
La labor de un médico no está únicamente en consultorios y hospitales, también está en las zonas en guerra, en la selva, en el desierto, en medio de desastres naturales, en las más alejadas serranías, en las cárceles; y todos ellos tienen como misión escuchar a su paciente, atenderlo y procurar que sus recomendaciones sean la mejor alternativa para que recupere el equilibrio en su salud.
No podemos dejar de lado a los médicos que están en las aulas de las universidades formando a las siguientes generaciones, los que están en laboratorios haciendo investigación científica para mejorar tratamientos ya existentes o desarrollar nuevos que sean de más ayuda a la humanidad, los que se han especializado en la administración de los recursos materiales en los hospitales, los que se dedican a la política médica y que abogan por la salud de las diversas comunidades de la nación y por supuesto aquellos que han dejado todo, hasta su vida, por el bien de la sociedad a la que sirven.
Ser médico es una forma de vida, una vocación llevada al día a día:
“Ser médico significa ayudar”.
Dr. José de Jesús Flores Rivera
“Es mi proyecto de vida”.
Dr. Carlos Pacheco Gahbler
“Es una misión, un estilo de vida”.
Dra. Daniela Niebla Cárdenas
“Respeto y servicio al paciente”
Dra. Gudelia Abad Carranza
La reciente crisis sanitaria derivada de la aparición del Covid-19 ha ayudado a reconsiderar el valor real de los médicos para las comunidades y para nosotros como individuos.
Entendimos que un doctor es tan humano como cualquiera, se cansa y se enferma como todos, tiene familia y también tiene derecho a estar sano, y pese a todo, cada médico ha elegido por sobre todo eso comprometerse con el bienestar de la gente. Es momento de retribuirles y reconocerles con nuestra colaboración y respeto y este Día del Médico dedicarle un aplauso y rendirle honor a quien honor merece.
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