Este 2022 la extraña celebración es el 3 de septiembre y, aunque los hípsters presuman haberla puesto de moda, el traer barba es una costumbre que existe desde hace muchos, muchos años.
Durante siglos, la barba ha sido símbolo de masculinidad y fuerza, ¡hasta ha sido comparada con la melena de un león macho! Es, sin duda, una de las tres partes más visibles del rostro masculino y nos indica rasgos de la personalidad del que la lleva, así como su:
- Estatus social: una barba bien cuidada transmite imagen de respeto y autoridad.
- Madurez: quien lleva barba ha superado la adolescencia y los años locos de su vida y da la sensación de ser mayor de lo que en realidad es.
- Fortaleza: muchos hombres buscan reforzar su masculinidad a través de la barba al parecer más rudos y fuertes.
- Confianza: hay hombres que quieren manifestar una personalidad firme, con carácter, de fuertes opiniones y que confían en sí mismos.
La barba a través de los siglos
En el antiguo Egipto la barba era utilizada para mostrar poder. Los faraones ¡y sus esposas! las lucían, ya fueran naturales o postizas, trenzadas con hilos de oro y amarradas a la cabeza.
En la civilización mesopotámica, se utilizaban pinzas para hacerles rizos. Los griegos también las rizaban y solo se afeitaban si estaban de duelo.
Alejandro Magno llegó a cambiar la moda al pedirle a sus soldados que se afeitaran para que sus enemigos no los tiraran del caballo en un combate. Esta costumbre de afeitarse fue muy común en Europa hasta el siglo XVI cuando se empezó a llevar de nuevo y lucían diferentes estilos, como el caso de Cervantes y Shakespeare, quienes la llevaban recortada y picuda.
En el siglo XVIII, Pedro el Grande de Rusia decretó un impuesto sobre la barba para diferenciar a las clases altas de las populares.
Pero la moda volvió a cambiar en el siglo XIX. Grandes pensadores la volvieron a poner de moda, entre los que podemos destacar a Abraham Lincoln y a Karl Marx, quien influyó a que llevar barba se considerara ser de izquierda, como Lenin o Trotsky. Y no era de esperar que la barba quedara en desuso para los países de occidente, pues nada tenían que ver con el socialismo o el comunismo.
Y fueron los hippies, en los años 60, quienes la trajeron de vuelta y encontraron eco en el mundo de la música, desde Bob Marley hasta Los Beatles en su última época.
En los años 80 y 90 del siglo pasado, fue común que los hombres optaran por la barba de tres días como un símbolo de naturalidad y desparpajo.
Y de ahí llegamos a la barba hípster, que puede ser larga, corta, con bigote, sin bigote, trenzada, bien cuidada, desaliñada, al parecer cualquier opción es buena…
Como dios manda
La relación entre la barba y algunas religiones es muy estrecha. Los judíos ortodoxos se dejan crecer la barba porque para ellos el pelo en la cara es un puente que une la mente y el corazón, los pensamientos y las acciones, la teoría y la práctica, las buenas intenciones y los hechos.
Los musulmanes que llevan barba son muy respetados en sus comunidades pues siguen el ejemplo del Profeta Mahoma. Para la mayoría es obligatorio llevarla.
Los Sij no la recorta nunca.
En las representaciones pictóricas cristianas, los personajes del Antiguo Testamento, como Abraham y Moisés, llevan barbas largas; mientras que en el Nuevo Testamento los discípulos son representados con barba.
Buena barba, de todos es honrada
Si tuviéramos que mencionar barbas famosas tendríamos que incluir en nuestra lista a Rasputín, Sigmund Freud, Fidel Castro, el Che Guevara, Osama Bin Laden y Leonardo da Vinci. Y el mundo mágico nos traería a Santa Claus, Merlín, Gandalf, Dumbledore y Hagrid.
Y en un renglón aparte debemos mencionar a ¡Jack Sparrow y a Tony Stark!
Barba hundida, hermosura cumplida
De vuelta al mundo real, muchos famosos han decidido dejarse crecer la barba, por ejemplo Chris y Liam Hemsworth, Ryan Gosling, Brad Pitt, Zac Effron, El Príncipe Harry, Ben Affleck y Ricky Martin.
Larga, corta, domada, salvaje: para gustos los colores…
Sin importar el aspecto estético, la barba cuenta con numerosos beneficios para los hombres: los protege contra los rayos UV, evita las arrugas y puede incluso contribuir a minimizar los riesgos de cáncer de piel.
Como dato curioso, el vello facial tiene la misma cantidad de microbios que una piel bien afeitada. No obstante, queremos compartirte algunas recomendaciones básicas de higiene:
- Es muy importante lavar la barba diariamente para eliminar la acumulación de suciedad.
- Seca muy bien la barba después de la ducha.
- Péinala con frecuencia para eliminar células muertas de la piel que quedan entre los vellos.
- Límpiala después de comer para que no queden restos de alimentos.
- Recorta y afeita la barba con regularidad para mantenerla libre de bacterias.
- Lava tus manos con frecuencia; tenemos la costumbre de llevarnos las manos a la cara y de esta manera evitamos la transmisión de gérmenes.
- Puedes usar aceites, bálsamos o lociones especiales para barba como complemento a tu higiene diaria. Estos productos crean una capa protectora y mantienen la barba ordenada.
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