Por José Ángel Araujo
Un embarazo cambia la vida de una mujer en múltiples sentidos. Todo empieza a girar en torno a la espera. Durante este tiempo, la futura mamá puede concentrarse tanto en hacer que todo sea perfecto para recibir a su pequeño que puede descuidar su propia salud. En lugar de eso, es primordial saber que una madre que se preocupa por sí misma cuida también a su hijo por nacer.
Esto es especialmente importante cuando se trata de salud bucal. Visitar al dentista le permite evaluarla y desarrollar un plan dental para el resto del embarazo, porque al cuidar los dientes y encías de mamá, se cuida la salud del bebé.
“Durante el embarazo ocurren múltiples cambios fisiológicos y hormonales que transforman el cuerpo de la mujer y también ocasionan modificaciones en su boca”, señala la Dra. Lorena Badial Ochoa, gerente de atención y experiencia al paciente en dentalia.
La boca durante el embarazo
La salud bucal debe considerarse una parte importante de la atención prenatal, dado que una mala salud durante el embarazo puede provocar enfermedades periodontales (de las encías) y caries.
- Caries. Los principales factores que influyen para elevar el riesgo de caries de la futura mamá son el aumento del número de ciertas bacterias, el incremento en la acidez salival y el aumento en la ingesta de alimentos debido a una mayor necesidad de energía.
- Gingivitis. Esta es la enfermedad oral más frecuente en embarazadas. La gingivitis es la inflamación y el enrojecimiento de las encías, las cuales son más sensibles y sangran con facilidad; el sangrado puede ser espontáneo o ante estímulos como cepillar los dientes e incluso masticar. Como las hormonas aumentan la inflamación de las encías es común que en mujeres que ya presentan gingivitis se agrave la enfermedad en esta etapa.
- Granuloma o tumor del embarazo. Se trata de un padecimiento poco común, un crecimiento localizado en la encía, generalmente entre los dientes frontales superiores. Es una lesión benigna de causa desconocida, que sangra fácilmente, de crecimiento rápido y que disminuye o desaparece tras el parto. En algunas ocasiones es necesario eliminarlo mediante una pequeña cirugía.
La clave está en el cepillado
Cepillarse los dientes es un hábito de higiene adquirido desde la niñez, pero en el embarazo es importante hacer hincapié en ello. La Academia Americana de Pediatría (AAP) señala que “las mujeres embarazadas que se cepillan los dientes a fondo pueden reducir el riesgo de sufrir complicaciones peligrosas durante el embarazo y dar un paso hacia la reducción del riesgo de futuras infecciones dentales en su bebé recién nacido”.
La AAP recomienda cepillarse con pasta de dientes con flúor al menos dos veces al día y después de cada comida cuando sea posible. Además, sugiere el uso de hilo dental todos los días.
Una buena nutrición también es clave para mantener la cavidad bucal sana y fuerte. Los alimentos que contienen calcio y son bajos en azúcar son los mejores para la mamá y la salud bucal del bebé. En el embarazo también son recomendadas las limpiezas dentales de manera más frecuente para controlar la placa y prevenir la gingivitis.
La doctora Badial Ochoa recomienda que estas visitas sean antes del embarazo, y al menos una vez cada trimestre durante la gestación.
Acciones efectivas
Los bebés adquieren las bacterias que ocasionan las caries por transmisión directa de la saliva de las madres, así que mientras más caries tenga mamá, más altos serán sus niveles de bacterias en la saliva, y esto los pone en mayor riesgo de desarrollar caries en edades tempranas.
Para cuidar la salud bucal de la mamá durante el embarazo, la doctora Badial recomienda:
- Visitar al dentista desde la planeación. Si está entre tus planes embarazarte, un dentista debe valorar tu salud dental para tomar las medidas preventivas necesarias para tratar o evitar la presencia de enfermedad periodontal y caries.
- Usar enjuagues bucales con clorhexidina. Hacerlo disminuye la carga bacteriana en la flora materna y reduce el riesgo de transmisión bacteriana al bebé si se utilizan en el último mes del embarazo y en el postparto.
- No descartar tratamientos dentales. Si es necesario, estos deben hacerse. No existe ningún inconveniente en realizarlos, “si se requiere el uso de anestesia en algún procedimiento se puede aplicar con seguridad”.
- Las radiografías dentales sí pueden realizarse. Durante el periodo de gestación, dado que el haz de rayos X no se dirige hacia el abdomen y la cantidad de radiación es muy pequeña, el riesgo de afectar al feto es mínimo. Para mayor seguridad, se utilizan mandiles protectores de plomo.
- El reflujo puede erosionar tus dientes. El reflujo y vómito son molestias habituales durante el embarazo. Si los padeces, la parte dura de tus dientes puede erosionarse. El dentista puede indicar diversas medidas para neutralizar los ácidos del estómago y evitar caries y/o sensibilidad dental.
- Mantener una higiene oral minuciosa. Cepíllate después de cada comida y usa hilo dental cada noche. Si tu dentista lo indica, puedes utilizar enjuagues de flúor o clorhexidina.
- Seguir una dieta equilibrada. Tu alimentación influye en el crecimiento y desarrollo de los dientes de tu bebé por lo que es muy importante mantener una dieta equilibrada. Evita el consumo de dulces, jugos industriales y refrescos, especialmente entre comidas.