Por Nayeli Rueda
En el teatro no solo hay magia e imaginación, sino también historias y personajes, como los títeres, que trasladan a las niñas y niños a lugares donde nunca han estado para conocer y aprender nuevas cosas, y vivir muchas emociones.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) apunta que un espectáculo de títeres no solo es divertido, sino que también es un medio a través del cual se puede ofrecer apoyo psicológico a las niñas y niños y difundir mensajes útiles sobre diversas cuestiones de la vida cotidiana.
El teatro de títeres también es un acercamiento a las artes escénicas vivas. “Cuando las niñas y los niños tienen la oportunidad de que sus papás los lleven a ver las obras se recuperan espacios como el teatro, la música o la danza”, explica la maestra Lourdes Pérez Gay, fundadora de la compañía Marionetas de la Esquina y del Centro Cultural La Titería.
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Emoción a lo grande
En el teatro de títeres se cuentan historias para todas las infancias, ya que no es lo mismo una obra para un bebé que para un preescolar, o para un niño de primaria o secundaria. Los dramaturgos tienen que escribir pensando en su público, sus necesidades e intereses.
Otro aspecto importante al presenciar un espectáculo de títeres es que las niñas y los niños se emocionan colectivamente frente a un evento artístico: “y puede o no gustarle, pero al estar sentado junto a otras personas, estás formando parte de una comunidad”, dice Pérez Gay.
Agrega que esta colectividad es imprescindible para que los pequeños aprendan a ser buenos ciudadanos y sean capaces también de entender lo que les pasa a ellos mismos, o a la persona que está sentado junto a él o ella en la butaca.
Para la maestra Pérez Gay, el arte escénico, a través de los espectáculos de títeres, promueve algunas cualidades en los pequeños como:
- Empatía
- Generosidad
- Concentración
- Creatividad
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¿Qué es un títere?
La Real Academia Española define al títere como un muñeco que se mueve por medio de hilos u otro procedimiento. Y estos personajes tienen la misión de contar historias.
Los títeres siempre serán movidos por una persona que es el titiritero o una titiritera. Entre las técnicas que se utilizan están los de sombras, los de manipulación directa y los de varilla. Asimismo, el títere de guante, conocido también como guiñol y la marioneta, que es la que se mueve por medio de hilos.
A través de los títeres y de contar una historia, los padres también podemos acercarnos a nuestros hijos para jugar y enseñar nuevos aprendizajes y habilidades socioemocionales.
En el libro El poder de los títeres, Barbara Scheel, señala que los títeres son una herramienta para la comunicación y la expresión de las emociones, así como para la terapia, la educación y las necesidades especiales.
Hagan su propio títere
Hay muchas formas de hacer un títere. La manera más fácil y rápida de elaborar uno es con un calcetín. Te damos algunas recomendaciones:
- Ponle ojos y boca, siempre. El rostro es muy importante para un pequeño.
- Para la boca, la sugerencia es cortar fieltro rojo y pegarlo en la parte donde pisas con el calcetín.
- Elige un par de botones y cóselos muy bien para que sean los ojos del muñeco.
- Para el cabello, utiliza estambre o listón.
- Si tu hijo es muy pequeño, procura que esas partes no se desprendan y las pueda ingerir.
- Si prefieres, puedes hacer un títere plano: dibuja una cara y la pegas a un palito.
- Creen juntos una historia y ¡que la diversión comience!
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*En La Titería de Marionetas de la Esquina puedes disfrutar de funciones presenciales o virtuales.